Lo que estuvo oculto aparece con toda su intensidad.

¡Los exportadores recibieron un «regalito» de Navidad!

¡Los importadores recibieron un «regalito» de Navidad!

Una empresa que exporta redujo el salario de su obrero, no se devaluó sólo el peso, lo que verdaderamente se devaluó fue ¡el salario!

A modo de ejemplo: el monopolio exporta por 100.000 dólares, por ello recibe dólares, antes pagaba un salario de 1.000 dólares, hoy paga un salario de 500 porque el mismo lo paga en pesos. Así de simple. Redujo su costo de producción pero aumentó su ganancia.

¿Por qué no reduce su rentabilidad y baja el costo con “su” sacrificio y no con el del ajeno?

Los importadores también pasarán esta navidad descorchando. Importan caro, es verdad, pero, pagan salarios a la mitad en dólares e introducen esas importaciones a productos que inmediatamente exportarán, por ejemplo autopartes. Una mano lava la otra y las dos lavan la cara.

La agro industria, apañada por décadas por el Estado y los diferentes gobiernos no es la vieja “oligarquía terrateniente” que nos quieren “vender” por derecha o izquierda, estamos hablando de oligarquía financiera, es decir las principales empresas monopolistas que tienen el control absoluto de los puertos, los bancos, del negocio de la explotación de tierra (ya sean propietarios o no), de los fertilizantes, etc. Esos sectores altamente concentrados, esperaron el dólar alto para hacer su diferencia, no les interesó un poquito quien ganaba o perdía en las elecciones, la devaluación era un hecho y hasta un niño de tres años lo sabía.

La navidad trajo regalitos para el poder, pero… ¡cuidado! en uno de los paquetitos se llevan, junto al gobierno de turno, el odio y la bronca de todo un pueblo.

De este lado de la barricada el panorama es otro, aparece en principio sombrío, han dado un golpe, desde ya esperado, pero golpe al fin. Como ratas esperaron las fiestas, las vacaciones, la dispersión natural de todo un pueblo, pero…la cosa se amortiguó, en pocos días , parecería que “nadie” votó a Macri, parece que el cheque en blanco se firmó pero el mismo viene para atrás. Sin un importante aval de un sector del pueblo estas medidas más temprano que tarde hacen agua (Cresta Roja) y la crisis política  cada día que pasa se transformará específicamente en ingobernabilidad. Retrocederán como lo han hecho en estos poquitos días o no podrán seguir con “su” institucionalidad que le otorga el Estado.

Muy lejos de resistir, vocablo utilizado  para expresar que la clase obrera y el pueblo están para atrás, nuestro pueblo irá por todo. Lejos de resistir, seguirá avanzando por el camino establecido del enfrentamiento que desde muchos años se viene dando, en épocas en donde comienzan a confluir con las ideas y metodologías revolucionarias y los planes revolucionarios en marcha.

El pacto social que pretenden intentarán atarlo con alambre, pero es un mamarracho.   Uno de sus voceros es el Secretario General del SMATA, ladero de Scioli y de los Kirchner implorando por 100 días de paz social, gobernabilidad estable sin protestas para llegar a negociar la sangre y el sudor del obrero.

El populismo pasó con pena y nada de  gloria. La burguesía necesita gobernar para sus negocios y lo tiene que hacer de la peor forma, mostrarse tal cual es, dejar el payasesco retrato de años anteriores y tener un lenguaje directo.

Esta es la peor forma de gobierno para una burguesía en crisis.

Pero no le queda otra, ahora se profundizará el enfrentamiento entre las clases sin “zonceras” de por medio.

Ellos por lo suyo, la clase obrera y el pueblo por lo suyo.

No hay término medio ni muchos grises para la confusión.

Cada vez más se tensa la cuerda entre una minoritaria clase dominante que necesita sostener el sistema capitalista y una gran y absoluta mayoría que busca, consciente o inconscientemente, la conquista de una vida digna.

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