Por estos días en que los monopolios y su Estado están utilizando todas sus viejas y maltrechas maniobras para tratar de engañar a las masas y así sostener sus ganancias, se encuentran con que el estado de ánimo al que se enfrentan es de combate y de no dejarles pasar una.
Asimismo, las instituciones que van creando las masas, y en particular la clase obrera, se encuentran en un nivel de desarrollo y con un horizonte político cada vez más elevado producto de toda la lucha que las masas y el proletariado industrial vienen experimentando en estos años a los que se suman las ideas y el plan revolucionarios.
Es por esto que, a pesar de su subestimación a los explotados, los monopolios están experimentando, porque las masas se lo hacen saber en cada acción, que el enfrentamiento se endurece y comienzan a cobrar consciencia de que no se enfrentan sólo a luchas por reivindicaciones sino a luchas de carácter político, luchas de clase contra clase, dada las extraordinarias reservas democráticas y de unidad que anidan en las bases obreras y de trabajadores con la perspectiva de transformarse en un trampolín para las aspiraciones políticas de todos los trabajadores del país.
El conflicto de los trabajadores de Allevard Rejna, en la ciudad de Córdoba, una multinacional que produce sistemas de suspensión para todas las terminales de automotores del país, así lo demuestra.
Allí, la empresa quiso escarmentar a los obreros echando a 14 trabajadores intentando romper su organización independiente del gremio de la UOM. Los obreros, en forma decidida y rápida pararon la fábrica exigiendo la inmediata reincorporación de los despedidos.
En forma simultánea, confirmando que se trata de una política de los monopolios y no de la acción descolgada de una determinada patronal, la empresa autopartista Valeo, productora de faros para las terminales automotrices, echó a un compañero sin motivo, ¡justo antes de que comiencen a discutirse los problemas de salario y condiciones de trabajo!
Allí también, los trabajadores comenzaron medidas de fuerza y la unidad entre los obreros de ambas autopartistas no se hizo esperar, dado lo cual el conflicto comenzó a extenderse tomando un carácter político de clase.
Como consecuencia, la Toyota de Zárate, por ejemplo, tuvo que parar las líneas de producción por falta de repuestos.
Advirtiendo la firmeza de los trabajadores y las consecuencias que ello generaba, las empresas monopolistas, el gobierno y la UOM, retrocedieron y decretaron la conciliación obligatoria, volviendo ambos conflictos hacia atrás con la incorporación de los compañeros y el inicio de negociaciones para destrabar la situación.
Sabemos que esta herramienta es la que utiliza la burguesía cuando se ve acorralada y que sólo la usa cuando conviene a sus intereses. Pero en este caso, es la muestra del retroceso violento que tuvo que dar frente a la decisión inquebrantable de los obreros y el peligro que significaba la extensión hacia las demás fábricas y la región amén del cariz político que tomaba el mismo.
La lucha de estos trabajadores ratificó, además, la metodología que vienen utilizando las masas en su rebeldía contra las políticas de superexplotación y opresión monopolista, cual es la autoconvocatoria, la democracia directa y las decisiones asamblearias, práctica que cada vez más cobra carácter de institución entre las masas movilizadas, germen de la nueva sociedad socialista que se preanuncia como luz en el horizonte de nuestra historia. Este alto grado de organización reflejado en esa metodología, sumado a los niveles de consciencia política alcanzada, es la que le impide a la burguesía y su Estado chantajear a los trabajadores.
La proletaria ciudad de Córdoba se ha transformado en el terreno de nuevas batallas con grandes contenidos y consecuencias a futuro, en donde la burguesía ha experimentado sus primeras derrotas en lo que va de gestión del actual gobierno.
El denominador común que hace a la disposición y metodología propias de la clase, se expresó en estos días también en la Fábrica de Aviones (FADEA), cuando los obreros en masa, a modo de bautismo de fuego, cuestionaron a la nueva directora de la empresa dejándole bien en claro que no van a aceptar ningún despido.
La masividad, participación activa y democrática en las decisiones y acciones que los trabajadores van desarrollando es un aspecto que anuncia que en estas paritarias y por fuera de ellas, las luchas con la fusión de las ideas revolucionarias en medio de ellas, pondrán en un escalón superior a las instituciones que las masas, desde abajo, van impulsando con cada vez más fuerzas.