Con un accidentado traspié, el ministro de transporte Guillermo Dietrich, se vio obligado a improvisar un escenario que le permitiera realizar uno de los más feroces anuncios que tiene, nuevamente como víctima, a la clase trabajadora.
Después de ser empujados por una movilización que se realizaba en las puertas del Palacio de Hacienda (protagonizada por trabajadores del Estado reclamando por despidos), la comitiva tripartita –gobierno, empresas, sindicato- montó rápidamente un bunker en Casa de Gobierno. El objetivo era garantizar que el anuncio de este nefasto acuerdo no sufriera más contratiempos. La comitiva anunciaba el tarifazo en el transporte. El mismo nos tenía preparado un final cantado que tuvo algunos ingredientes que sorprendieron a más de uno: la mesa contó con la presencia estelar -pegadito al ministro – de nada más ni nada menos que el secretario general de la UTA, Roberto Fernández.
Claro está que todo tiene que ver con todo y que una cosa trae a la otra. Esto es parte de lo que la clase trabajadora y el pueblo venimos padeciendo durante estos meses: un ajuste salvaje que supera en la mayoría de los casos subas del 100% en los boletos. Dejando además en evidencia que una de las principales aristas del ajuste en el transporte público anunciado ayer, tiene que ver con una significativa reducción salarial a los choferes de colectivos.
En consonancia con esta nueva versión de la cara del cambio –donde pretenden que todo parezca cool, con ministros y funcionarios que se desplazan en bicicleta, donde el presidente visita a empresarios en helicóptero prestado, donde la gobernadora se disfraza para hacer compras en un supermercado-… Roberto Fernández no podía ser la excepción y hoy se despacha con esta nueva modalidad de «acuerdo paritario». ¿Qué tal? La mandó por cadena nacional, ¡¡pa’ lo muchacho que la miran por TV!!
Desde hace meses los choferes de colectivos sufren tremenda incertidumbre por la indefinición de un aumento salarial. Al cascoteado sueldo – producto de precarios «acuerdos» desde hace años- se le suma este baldazo de agua fría, que fue la convocatoria del gobierno y las empresas al capanga de la UTA, para que ponga la firma frente a millones de trabajadores por un 29% de aumento para los próximos 12 meses, en el más humillante acto de entrega que hayan visto los trabajadores del transporte desde hace décadas.
Lo que siguió tras los anuncios -que cobrarán vida periodística una y otra vez durante toda la jornada de hoy- fue una balbuceante entrevista que le arrancaron los periodistas a Fernández, donde este sinvergüenza trataba de justificar lo injustificable. La entrega se evidenció más que nunca y vimos el verdadero carácter de clase de toda la institucionalidad burguesa.
Por eso, hoy más que nunca, la lucha por un salario digno y la unidad de la clase trabajadora, deben ser la herramienta principal para frenar todas estas medidas de la burguesía. Como trabajadores y como pueblo podemos plantarnos frente a todos estos planes: en contra de los tarifazos y los aumentos; en contra del chantaje y el disciplinamiento; por mejores condiciones de trabajo y de vida; y por aumentos de salarios YA.
“Cada lugar de trabajo, cada fábrica, cada barrio, debe convertirse en un verdadero hervidero que les haga sentir el poder que anida en las fuerzas populares, el hartazgo que corre por nuestras venas y la decisión de ir por lo que nos pertenece, por todo lo que generamos con nuestro trabajo y nuestro esfuerzo”.