El gobierno y su “cajita feliz”

Para los burgueses una necesidad es una oportunidad de hacer negocios. Y cuando “hacer política” es una necesidad urgente para el nuevo gobierno y así apuntalar el nuevo engaño, también es una buena oportunidad de hacer pingües negocios.

Esta historia que se repite permanentemente en el capitalismo, en los últimos días ha tenido una nueva reedición. Es el caso de  “Arcos Dorados Holdings”  propietaria de McDonald que, -dicho sea de paso y ahora que los medios han “descubierto” que los monopolios tienen sede en “paraísos fiscales”, está constituida en las Islas Vírgenes Británicas- le acercó al gobierno una  oportunidad de “buenas noticias”.

Puso su marca Mc Donald -ligada en el imaginario burgués con el “empleo  joven”- al servicio de la política del gobierno todo, a cambio de subsidios a los salarios.

Así con bombos y platillos el gobierno anunció la firma de un convenio con McDonald apuntado a “promover la inserción de jóvenes desocupados en el mercado laboral” “en sintonía con el objetivo de alcanzar la pobreza cero en el país en el más corto plazo” y  remarcando que esta iniciativa brinda “trabajos de calidad”. El acuerdo celebrado se trata de un proceso de prueba de 30 horas semanales para alrededor de 5.000 hombres y mujeres de entre 18 y 23 años,  «facilitar la integración al mundo del trabajo para las personas discriminadas por su género, personas trans, liberados, personas pobres en recuperación por procesos de adicción, personas viviendo con HIV, y a todos aquellos trabajadores que por su situación particular se les dificulte el acceso a un trabajo de calidad», quienes cobrarán mensualmente un salario de $ 4.500, monto muy por debajo del Salario Mínimo Vital y Móvil fijado para principios de este año $ 6.000.

A cambio de este “compromiso social” del ícono de la comida basura, de la explotación de jóvenes, del maltrato, de los contratos basura y la precarización laboral, Mc Donald será beneficiada con descuentos en impuestos y contribuciones patronales y el compromiso del Estado de subsidiar con $1.000 los salarios de  los nuevos empleados. Lo que  significará un traspaso a la caja de Arcos Dorados de $ 100.000.000 anuales, tomando en cuenta, además del subsidio mencionado de $ 1.000 por cada trabajador, la bonificación en los aportes patronales, etc., lo cual suma unos $ 1.670 por persona por mes.

En cada una de las medidas políticas, de los anuncios, de los actos y gestos, el gobierno reafirma su decisión de ir por la reducción salarial y el ajuste frente a un pueblo que ha tomado la decisión de confrontar en todos los terrenos para hacerlos retroceder.

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