Luego de casi un mes, el movimiento 25 de Mayo, sigue ocupando la plaza central de Quitilipi, un pueblo a 150 km de Resistencia, sobre la ruta Nacional Nº 16.
Esta decisión de tomar la plaza, fue luego de varios cortes de ruta y movilizaciones en donde lo único que consiguieron –siempre- fueron promesas. Que tengan paciencia, que la herencia recibida, que estamos estudiando la situación, que estamos esperando definiciones del gobierno provincial, del gobierno nacional, y otros bla bla, palabras y más palabras.
Cuando este movimiento nace, entre las cosas que exigían era un lugar para trabajar, y armar sus viviendas. La actividad central era para los ladrilleros. Cansados de las promesas, tomaron un predio, del cual fueron desalojados ya que era privado. Y si algo se “respeta” mucho en este sistema es la propiedad privada, por sobre la vida de cualquier ser humano, su dignidad y la necesidad de trabajar, y tener una vivienda.
Otro de los reclamos de este movimiento, denuncia la cantidad de niños desnutridos en Quitilipi y zonas rurales del mismo. Cuando comenzaron denunciando, se valieron de los datos aportados por el médico Sergio Casalboni, quien era integrante de la Fundación CONIN. Luego de las elecciones del 2015, este médico paso a ser Intendente del pueblo, y hoy parece que mágicamente desapareció la desnutrición y niega su propio informe, en el cual el mismo afirmaba que en Quitilipi “había” un 52% de desnutridos de diferentes grados. Hoy, con el plan de ajuste, ese número ha aumentado.
Los compañeros, en espera de una respuesta concreta sobre la desnutrición de los niños, de la tierra para trabajar y de viviendas, no se mueven. Ya pasaron lluvias, fríos y continúan; saben que al plan de ajuste se los puede hacer retroceder sólo con el enfrentamiento, no entienden otro lenguaje.
Es el enfrentamiento, la unidad, la masividad y la organización. Hoy también le agregamos que se empiece a discutir ser parte de un proyecto revolucionario; dentro de este sistema sólo encontraremos respuestas efímeras.
Esta experiencia, es parte de otras tantas que se están dando en la zona del Norte Argentino y del Chaco, donde el enfrentamiento, la tolerancia cero por parte de las masas, está a la orden del día. Todavía, este gobierno, el de los monopolios, no puede llevar adelante los ajustes que pretenden, no pueden aumentar en la zona el boleto del colectivo, es la tercera vez que tienen que retroceder el valor. Son cientos los conflictos y la respuesta del gobierno, es dar alguito para descomprimir, y patear para mañana. Y mañana nuevamente se sale a pelear y exigir lo que nos corresponde.
La tarea de los revolucionarios es redoblar el esfuerzo, poner en primera línea el proyecto revolucionario, que se sepa por qué luchamos. Y esa tarea es tarea de todos los días, en todos los lugares y por todos los medios.