Segunda semana de julio: ¡un hervidero!

A partir del lunes de 11 de julio hasta el 15, se van a dar lo largo y ancho del país grandes movilizaciones contra el ajuste y los tarifazos. La conformación de multisectoriales en muchos distritos -y que van en aumento- marca la predisposición a la unidad de los trabajadores y el pueblo. Organizaciones sociales, vecinales, políticas, autoconvocadas, piqueteras, gremios independientes, etc., nos unimos poniendo como uno de los ejes, frenar los tarifazos.

Esto se da en una acumulación de movilizaciones, asambleas barriales, juntada de firmas, radios abiertas en los barrios, organización por abajo que se vienen dando y que encuentran hoy un canal de expresión –no el único– amplio para poder golpear como un solo puño al enemigo en común que son las empresas de servicios y su gobierno de turno, nacional, provincial y municipal.

Los amparos propuestos por los intendentes intentan ser utilizados como una distracción para crear una expectativa falsa e intentar desmovilizar, pero en realidad son una conquista del pueblo que presiona a las gobernaciones locales y provinciales, en las que el temor crece frente a la presión popular. Los mismos han puesto en primera plana la bronca popular negada por el gobierno, lo que ha potenciado la crisis política en las «alturas» y ha involucrado a la «santa» corte suprema en un tema netamente político.

Esto el pueblo lo tiene muy claro y sabe muy bien que la única forma de hacer retroceder el ajuste es movilizándose en las calles. A la vez, la burguesía sabe muy bien que una vez que el pueblo sale, lo hace con fuerza y para ganar. Es por ello que se vale de engaños, falsas promesas, iniciativas de corto vuelo que sólo buscan frenar lo que por abajo se está dando. Pero como lo venimos afirmando, ellos ya no lo pueden frenar, por más decreto, protocolo y promesa, la cosa por abajo está que arde. La hora de los pueblos ha comenzado.

Esto recién comienza, es un plan de lucha por distritos pero que en un avance hacia la coordinación de luchas en conjunto, debe avanzar hacia la unidad nacional y proponerse mantener en el tiempo y seguir debatiendo y luchando por transformar la sociedad.

Esto marca un salto en calidad en la organización del pueblo, que entiende que separados no golpeamos con fuerza y que de esta manera se puede torcer el brazo al gobierno, a los jueces y empresas, pues es el único idioma que entienden.

Desde nuestro Partido hacemos un llamamiento a todas las organizaciones y al pueblo en lucha a profundizar el enfrentamiento, a sumarse a cada iniciativa de lucha y seguir fortaleciendo en cada paso la unidad que se está gestando.

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