La lucha de clases en nuestro país está que arde, cada situación política o cada noticia por más pequeña que parezca, demuestra la irreversible crisis estructural del sistema capitalista. En Argentina esto es cada vez más evidente, con un gobierno que se encuentra “resolviendo” minuto a minuto los mecanismos para que los monopolios sigan acrecentando sus ganancias y de alguna manera «protegiendo» su dominación.
La realidad de la situación de masas desborda al gobierno de los monopolios. A cada momento tienen que dar marcha atrás en sus medidas antipopulares.
Por un lado se encuentra la burguesía haciendo negocios y buscando construir un dique de contención al descontento popular que crece día a día, y que se transforma rápidamente en acción política. Por el otro, nos encontramos la gran mayoría del pueblo buscando una salida a toda esta mugre que nos tira el podrido sistema.
Hoy el tarifazo y el ajuste, políticamente están en retroceso, porque las masas ya no soportan las condiciones de vida a las que están sometidas por una clase que se apropia de todo lo que producimos los obreros.
En este contexto la burguesía y su gobierno siguen jugando con fuego, fomentado “productividad o competitividad laboral”, buscando seguir flexibilizando las condiciones de trabajo para garantizar el abaratamiento salarial.
Mientras tanto, los trabajadores y el pueblo sufrimos devaluación, aumento generalizado de precios (inflación), recortes en las condiciones de trabajo, tarifazos, etc. Para la clase burguesa sí llegan medidas que las benefician, como son la eliminación y disminución de impuestos y retenciones a productos agropecuarios y mineros, subsidio a los precios del petróleo para igualarlo al valor mundial, y la última perlita que es el otorgamiento de 30.000 millones de pesos a los gremios en concepto de “pagos de deudas históricas” con las obras sociales sindicales. ¿Usted cree que eso va a ser en beneficio de todos los trabajadores? ¿O es parte de las dádivas para que los burócratas frenen la lucha obrera?
Todas las medidas del gobierno benefician a la oligarquía financiera y a toda la estructura del sistema capitalista, para frenar el avance arrollador de la clase obrera y el pueblo.
Si no fijémonos en otro anuncio como es el blanqueo de capitales. Con la excusa de que eso atraerá inversiones no hacen más que seguir concentrando masa de dinero perdonando fiscalmente a los que nos han robado, contrabandeado, lavando dinero, a los que obtuvieron plata negra de diferentes negocios, en fin a los capitales en general. Pero de este “beneficio” no gozamos los trabajadores, porque nuestras deudas nadie las perdona. Cuando no pagamos algo nos ejecutan judicialmente y se apoderan de los bienes que hemos puesto en garantía, y cuando no hay respaldo nos embargan el sueldo.
Y las noticias corren y siguen evidenciando cuáles son los planes de los monopolios que representa hoy el gobierno de Macri. El presidente se reúne con el Canciller norteamericano John Kerry, para adecuar el Estado a las necesidades del sistema. De esta manera la burguesía busca implementar los Centros de Fusión de Inteligencia en el que las cuatro fuerzas de seguridad (Policía Federal, Gendarmería, Prefectura y Policía de Seguridad Aeroportuaria) compartirán información de inteligencia. Desde que ganó Cambiemos, Estados Unidos asesoró a Argentina en este plan, una iniciativa que desarrolló Washington tras el ataque a las Torres Gemelas en 2001.
Más claro échale agua, dice el dicho popular. Temen que sus negocios en la región se vean afectados por la movilización, la lucha y la confrontación de las masas.
Y no están equivocados, porque al tarifazo se le salió a dar pelea en los barrios, en las principales ciudades del país. Existen miles de luchas silenciadas por los medios burgueses porque saben que este ejercicio de lucha autoconvocada y democracia directa lleva consigo el germen revolucionario para construir una nueva sociedad.
Ocultan la lucha triunfante de los trabajadores del Ingenio Ledesma, ocultan la lucha que vienen llevando a cabo los trabajadores de la salud de Gral. Rodríguez, le temen a lucha de los trabajadores en Volkswagen en contra del sistema de turnos 6×2, sintieron el ruido de las cacerolas y los ruidazos de estas últimas semanas en contra de los aumentos en las tarifas. Y así podríamos seguir nombrando cientos de ejemplos que ponen a la burguesía en un franco retroceso.
Cada vez es más claro que esto así no da más y que tenemos que poner un freno contundente al saqueo que venimos sufriendo desde hace años y que en los últimos meses se ha profundizado, empeorando nuestras condiciones de vidas.
Hay que seguir enfrentando estas políticas monopolistas y, en ese camino, organizarnos y preparar el movimiento insurreccional obrero y popular que termine de una vez por todas con el poder de la oligarquía financiera. Y sobre sus ruinas, levantar la sociedad socialista que nos permitirá crecer como seres humanos libres.