¡Qué feo, señor presidente!

Ante un nutrido grupo de empresarios un  Macri  acalorado dijo: ¡Ustedes deben  ser los primeros en dar el ejemplo, en romperse el traste!… se olvidó de decir que hay millones que ya dimos ese ejemplo y el poncho no aparece.

Cuando pagamos las boletas de servicios, a las cuales muchas veces las llamamos impuestos, como es sabido lo hacemos con pesos $, es decir las multinacionales están cobrando con pesos, los cuales los “invierten” en dólares baratos y de allí los remiten a sus casas matrices que pueden estar en cualquier punto del planeta para decidir en ese instante a dónde lo “invierten”. Resulta que esos mismos dólares vuelven a nuestro país a nuevas “inversiones” y no es casual que los mismos se dirijan al festival de bonos lanzado por el gobierno.

Lo curioso de este capital  especulativo es que no repara en que si es productivo, de servicios, si va para una fábrica automotriz, un laboratorio, una telefónica o un banco, nada de ello, lo importante es que ese capital es esencialmente especulativo y con ello estamos diciendo que todas las actividades productivas, de servicios financieros y de los otros, están de tal forma enmarañados que tratar de diferenciarlos  sólo favorece a las teorías que aún están muy por detrás de lo que es hoy el Capitalismo Monopolista a nivel Universal.

Una automotriz en nuestro país “financia” en forma directa la compra de una unidad. “Otorgan planes de ahorro”, “facilidades” con cuotas a 60 u 84 meses, etc. Para ello, esa automotriz creó financieras o, en todo caso, en una misma mesas de gerencias se fusionan los negocios “productivos” con los “bancarios”. Es así que además de venderte un coche te venden financiación, «te venden cuotas», te venden plata, en fin, usura legalizada con medios de propaganda avalando una gran estafa.

Es por ello que  la burguesía, la clase dominante, en discursos altisonantes y en cada nueva administración que aparece se la tilda o se la intenta encajonar en que si es “capital productivo” o “es capital especulativo”. Cuando te vendo un coche, te vendo plata y cuando te vendo un televisor, te vendo plata. Falsa divisoria a la hora de la realización de la ganancia.

El problema político aparece cuando  los pueblos como el nuestro van por esa plata y van por los derechos políticos y sociales.

 Las gerencias de los monopolios que, como hemos visto, lo abarcan todo, hoy tienen que “exportar” dólares que compran barato, tienen que “invertirlos” nuevamente  para realizar negocios rápidos y salirse. Comienzan a sentir que el aliento en la nuca que producen movilizaciones que lo abarcan todo afectan en forma directa la “estabilidad” de sus negocios.  Se aceleran pujas políticas por arriba, todo está en duda:… si los negocios se aceleran o se frenan, …si se devalúa o no se devalúa, si se hace esto o se hace lo otro. ¿Quién le pone el cascabel al gato? ¿Qué autoridad política de la burguesía le da “sustentabilidad” al negocio?

¡Ustedes deben  ser los primeros en dar el ejemplo, en romperse el traste!

Eso les dijo Macri a los empresarios, un  líder político a quien todo monopolio aprecia, es de su riñón de clase, pero que no logra sacarles una moneda que pueda estar por fuera del capital financiero-usurario. Nuestro presidente lo sabe, es un burgués “empedernido” pero la lucha de clases lo desquicia, sabe que así como están las cosas, la moneda sigue en el aire y los parches sólo sirven para apuntalar rápidos negocios como los vigentes. Ni más ni menos, el largo plazo sólo ha quedado en los sueños e ideales de un capitalismo de mediados de siglo pasado.

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