Mientras decenas de miles de personas expresaban su repudio en las calles de Hamburgo a pesar del “estado de sitio” implementado alrededor del encuentro de presidentes, el tenso rostro de la Merkel para anunciar dentro del recinto el “desacuerdo logrado», ponía en evidencia una vez más lo que cotidianamente llamamos una crisis política estructural del sistema capitalista.
El desacuerdo no ha sido solo entre Estados allí presentes, las disputas interburguesas están en los propios territorios. EEUU, Europa, Rusia, China, Francia, juegan el papel de países imperialistas, en donde los instrumentos de dominación están cruzados por intereses transnacionalizados que ya han roto una buena parte de las fronteras que otrora ellos mismos habían creado. En esos Estados existen las mismas disputas que el G20 hizo públicas.
¿Qué hubo diferente en este encuentro?
La Merquel, anfitriona, tuvo que reconocer públicamente lo difícil que fue hacer el documento final y que en definitiva no estuvo consensuado. Lo rico del “encuentro” dijo, fue que quedó por escrito el disenso.
Mientras, Trump se paseaba por los pasillos haciendo relucir su banderita norteamericana en la solapa de su saco, como también lo hizo el “progresista” canadiense. El resto de los participantes- incluido nuestro impresentable presidente- respetaron el protocolo de usar un distintivo común del Grupo ahora devenido en 20 menos 1.
Los puntos “sobresalientes” que se trataron fueron el cambio climático y el comercio internacional. Hubo otros pero la prensa burguesa se encargó de tapar, hasta se animaron de hablar y “congeniar” en la lucha contra el terrorismo o problemas inocultables como los inmigrantes.
Pero en realidad, éstos señores no señalaron a éste temario consensuado como consecuencia y no como causa para disciplinar a los pueblos del mundo y hacer recaer sus estructurales crisis sobre las espaldas de explotados y oprimidos.
No se pueden abordar los grandes temas planteados en el encuentro si en ello no aparece el tema principal, la causa del debate, que implica que el salario a nivel mundial tiene que abaratarse. ¿Qué esconde entonces el cambio climático? ¿O ahora éstos señores dueños de las atrocidades contra la naturaleza comenzaron un proceso de autocrítica? ¿Acaso, abrir o cerrar las economías, el comercio mundial, trajo alivio a la vida de las sociedades humanas?
Ni que hablar del terrorismo y su consecuencia, las inmigraciones, cuando este mismo grupo de los 20 financió y preparó a bandas armadas, mercenarios preparados en las centrales de inteligencia que presiden estos “señores”.
En letra muy chica y perdida entre las 14 páginas del documento final aparece el rasgo fundamental de ésta época histórica. Todos, absolutamente todos los Estados acordaron hacer público que van por África, por instrumentar una nueva ola de proletarización que definitivamente transparente y de explicación de guerras abiertas en países estratégicos de esa región. Nadie queda afuera de los principales contendientes, no son solo los recursos naturales que ya emborrachan las ansias imperialistas sino que a ello se le decididamente a bajar el salario en el planeta.
La ruta de la seda tiene ese objetivo final no sin antes comprometer a los monopolios sin bandearías de Estados, que a su paso implementarán también una proletarización del occidente Chino, cercano a los grandes negocios de Europa Asia y África.
Como telón de fondo, la CNN de EEUU y las más grandes cadenas de comunicación de ese país están que trinan. A diferencia de décadas pasadas, ciando el inicio del proceso de globalización, y la concentración política de la burguesía monopolista estaba liderada por Nixon-Mao y luego por Reagan- Tacher – Deng xiao Pin.
Pero el mundo ha cambiado, los pueblos ya no somos los mismos, han probado el amargor de esos procesos y no permiten a la burguesía monopolista pasearse por sus vidrieras alardeando cambios a favor de los intereses de los pueblos sufrientes.
Todo es más claro y trasparente, las diferencias políticas y de intereses ya no pueden ocultarse, quedan estampadas en escritos globalizados y los procesos marcados por una agudización de la lucha de clases solo serán visibles, brotarán de par en par en la medida que los pueblos vayan encontrando caminos. Como lo estamos haciendo, poniendo la consigna de la dignidad de la sociedad humana por sobre la ganancia que expresa todo este bochorno de la mentirosa cumbre 20 menos 1.