«Los trabajadores de Sameep (empresa de aguas del Chaco), sin distinción entre contratados, jornalizados y de planta, hemos emprendido un camino para conseguir nuestra dignidad.
Conseguimos muchos logros, desde que intensificamos la lucha. Comenzamos con la elección de los delegados de cada sector para la conformación del cuerpo de delegados, donde las decisiones con respecto a cada paso a seguir, serán tomadas por la mayoría de los trabajadores. Estamos construyendo una organización totalmente independiente de cualquier poder burocrático, y de cualquier repartición que perjudique a los obreros. Entre todos fuimos definiendo cuáles eran los problemas que más nos preocupaban en cada momento y salimos a reclamar las soluciones que merecíamos.
En todo movimiento, en cada paso que transitamos hemos obtenido frutos:
Judicialización de los sindicatos, exponiendo públicamente sus miserias, logrando que pierdan poder y credibilidad.
Préstamos a los compañeros de 2.000 pesos a devolver sin intereses.
10% de aumento por trabajador precarizado.
10% aumento por tareas mas valorizadas.
20% aumento por funciones de capataz a los trabajadores precarizados.
Pago de aguinaldo y mejoras salariales a compañeros cooperativistas.
Aumento de una categoría cada dos años para personal de planta.
Hoy, emprendemos una nueva lucha, con la mirada siempre en el bienestar de todos los trabajadores.
Nos encontramos ante el asesinato de cuatro compañeros en Puerto Vilelas, y previamente otros dos en Tres Isletas. Las seis muertes en las mismas condiciones, sin una mínima seguridad laboral, perfectamente evitables. Nuestros compañeros se pudieron salvar si la empresa anteponía la vida del ser humano en primer lugar, cosa que no sucede pues lo único que les interesa del trabajo es que produzca al menor costo posible.
Los trabajadores ya no somos ciegos, somos personas, razonamos y entre todos buscamos cómo mejorar la realidad. Tenemos nuestra voz propia y pedimos a gritos que se cumplan nuestros derechos. Ante esto el primer acto defensivo de este poder corrupto de turno, es llenar de panfletos con más mentiras, para sembrar divisiones. Tienen siempre a mano las amenazas, tratan de convencer a los obreros ensuciando a compañeros que participaron de la lucha. La gran salvedad y gran detalle es que perdieron credibilidad, ya no tienen fuerza sobre los trabajadores. Esto genera bronca que cada persona lo transforma en hambre de lucha.
El segundo acto defensivo está dado por un Memo firmado por el Presidente de la empresa, dando licencia masiva a todos los trabajadores precarizados.
Por todo esto, decidimos salir a las calles reclamando por mayor seguridad laboral, exigiendo el primer acto necesario para ello, el pase a planta del personal precarizado, jornalización de cooperativistas y la provisión de todos los elementos de higiene y seguridad. Ahondando en la búsqueda de todos los responsables de esta masacre.
Somos capaces de dar batalla, unidos y concientizados de que esta no es la sociedad que merecemos».