Speed no tiene límite

La empresa Energy Group, que se dedica a la producción de la «famosa» latita de energizante Speed Unlimited y otras bebidas como Block y champagne Renaissance, ¡realmente no tiene límites!

No tiene límites porque no para de crecer: en muy pocos años creció su producción de manera geométrica, aumentando así sus ganancias de una manera desorbitante. Se instaló en una pequeña planta de Ramos Mejía hace menos de 20 años, y  aproximadamente hace 4, se mudó a San Justo en un complejo mucho más grande, instalando una línea de producción nueva que multiplicó por tres la misma.

¿Cómo crece tanto una empresa en tan pocos años? Es sabido que los obreros somos los que realmente generamos ganancias, pero si a eso le agregamos que esta empresa paga una parte del salario en negro; que impuso el Convenio del gremio alimenticio bajando aún más el salario (ya que correspondería -por lo que produce- el de Aguas y Gaseosas enrolado con Camioneros); y que encima no reconoce ni categorías, ni mucho menos paritarias.

Los recibos de sueldo no tienen nada que ver con lo que se cobra en mano, ¡están totalmente dibujados! No hay libertad sindical, ya que en la empresa hay pocos trabajadores agremiados y fueron afiliados por recursos humanos; existe un delegado puesto por la empresa y tiene cargo jerárquico… Siempre que hubo un intento por parte de los trabajadores de meter delegados, el sindicato alimenticio los vendió y fueron despedidos.

En marzo de este año, que fue cuando instalaron la línea nueva de producción, echaron a casi 20 trabajadores, pasándose a trabajar de 3 turnos de 8 horas a 2 turnos de 9 horas, con el mismo salario y como mencionamos más arriba, triplicado la producción.

Hoy, la empresa retomó los despidos y está echando a un promedio de 2 trabajadores por semana y amenaza con más despidos e intenta confundir bajando el comentario que los trabajadores que queden en planta «van gozar de todos los beneficios» cuando en realidad es todo los contrario. Van a trabajar más por menos.

Situaciones como ésta, que se vive en muchas otras empresas del país, obedecen al plan de la burguesía de más productividad, achatamiento salarial y disciplinamiento a la clase obrera.

Y es lo que nos obliga a los trabajadores a redoblar los esfuerzos en la unidad y la organización por abajo, en confiar en nuestras propias fuerzas para golpear en el momento más conveniente. Pensar, crear e impulsar las herramientas que nos ayuden a salir de esta situación indignante es la tarea del momento.

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