El desarrollo de la vida en el sistema capitalista está atado incondicionalmente a la necesidad que la burguesía tiene de hacer negocios. Eso es lo que manda a la hora de tomar todo tipo de decisiones y por más que nos quieran convencer de sus bondades éstas nunca llegan, ni tampoco pueden llegar. Decimos que no pueden llegar porque la ganancia está totalmente garantizada con los niveles de explotación y, por ende, para obtener mayores ganancias necesitan explotarnos más.
Esta introducción simple es con motivo de plantear que, ante los anuncios de inversiones que determinados sectores de la industria están haciendo o harán en los próximos meses traen atados consigo ese germen antes planteado. Mienten cuando dicen que con las inversiones vienen las soluciones ya que dichas inversiones son para exprimir al máximo la fuerza de trabajo del conjunto de la clase obrera. El capitalismo es un sistema inhumano en esencia y nunca puede traer en él la solución a los problemas que como pueblo tenemos entonces es mentira que con el “desarrollo” y las “inversiones” ganamos todos. Acá los únicos que ganan son ellos, por eso no hay que prenderse de sus discursos sino que es imperioso que, ante está situación la clase obrera tenga una posición independiente de la burguesía.
Apoyados en las gerencias sindicales bajan el discurso de la preservación de los puestos de trabajo cuando en realidad sus necesidades son flexibilizar y achatar los salarios implementando el miedo y la incertidumbre. No dejan proyectar absolutamente nada en función de las necesidades que como pueblo tenemos porque precisamente sus ambiciones chocan con las nuestras. Se llenan la boca hablando de democracia cuando en la realidad de cada ámbito fabril eso no existe porque ahí radica el corazón de su proyecto y no pueden ponerlo en riesgo, porque este sindicalismo les garantiza los negocios.
El fin de semana pasado se llevó a cabo el segundo encuentro sindical revolucionario y la masificación de esta experiencia es una de las herramientas fundamentales para que desde la clase obrera se plantee una alternativa al sistema capitalista necesaria con urgencia. Que en cada sector de cada fábrica, al calor de las luchas, se haga conocer esta experiencia, para potenciar dichas luchas y para ir amasando una alternativa de vida digna que en los marcos actuales es inviable.