El jueves primero de marzo el presidente Macri abrió las sesiones ordinarias en un contexto de la lucha de clases difícil para el poder y el gobierno, luego de un diciembre caliente, donde el pueblo plebiscito en las calles con la movilización y el enfrentamiento el carácter hambreador y autoritario de sus políticas, dejándolo mal parado con la reforma previsional votada en contra de nuestro pueblo
A un sinnúmero de conflictos que luego de diciembre se sucedieron, se asoma un marzo tormentoso producto del crecimiento del costo de la vida de los argentinos, la suba de los precios de la canasta básica no para, la inflación crece, el valor del salario es cada vez mas raquítico y unas “discusiones” paritarias que nada alentador prometen para los trabajadores si de la conducta de los sindicatos hablamos.
Pero vacíos en la lucha de clases no hay, la bronca crece día a día donde los trabajadores como los torrentes de agua no están quietos, no cesan y buscan cómo romper para avanzar y desbordar todo lo que pretende contener sus justas aspiraciones.
Al parecer el presidente Macri, mas allá de su impericia y su incapacidad, pero sí como parte de los negocios explotadores, hace oídos sordos al marco político en nuestro país, contentándose con frases lavadas como “lo peor ya pasó” olvidándose de sus políticas aventureras de endeudamiento y entrega de la renta nacional que genera el pueblo trabajador, mientras en el mundo los monopolios avanzan a sangre y fuego tratando de pergeñar nuevos planes y medidas en sus disputas globales inter monopólicas para avanzar en la concentración económica, donde entran en verdaderas guerras comerciales y especulativas en el terreno financiero, donde cualquier pieza intrascendente que se mueva en el tablero mundial (como por ejemplo que sigan subiendo las tasas de interés en E.E.U.U.) los primeros en estallar por los aires serían países como el nuestro, que basa su plan económico en los parasitarios negocios financieros de endeudamiento, la famosa timba financiera. Y Macri, muy suelto de cuerpo (vaya estadista!) sale hablando en la apertura de las legislativas de la alcoholemia de los conductores!!! Da risa, pero no es ninguna gracia . En manos de estos tipos está el país.
Este personaje, creyéndose el príncipe de Maquiavelo, está convencido que sus mentiras son creíbles donde el “populacho” le brinda apoyo y festejo aunque solo tenga para saludar a un séquito de CEOS tránsfugas, una estatua y un par de palomas. Tan ridículo es este príncipe, tan de papel, que si leyó a Maquiavelo tiene que saber que si no cuenta con el apoyo de la “plebe”, su poder deberá radicar en el poder de las armas capaces de aplastar a la sublevación del pueblo en un tiempo no muy lejano. ¿Está en condiciones señor Macri?
Que mas deberíamos haber esperado al hablar del “expectante” discurso de Macri, que en realidad se asemeja más a la figura del Principito de Saint-Exupéry al hacerle creer al pueblo que “lo esencial es invisible a los ojos” al afirmar que “ya están las bases construidas para que Argentina pudiese crecer 20 años en forma consecutiva. Eso lo hicimos, ese crecimiento invisible sucedió”.
Y sí, por ejemplo, la compra y venta de los grandes capitales extranjeros bancarios dólar-pesos-lebac-dólar y todas las fabulosas ganancias que eso significa a tasas de interés que no se pagan en ningún lugar del mundo. Un verdadero endeudamiento del país que lo paga todo el pueblo argentino, y un enriquecimiento de los poderosos, enriquecimiento que sí es invisible a los ojos de todo un pueblo, que solo tendrá más sufrimientos y padecimientos.
Qué mas pudo haber dicho este tipo que no sean nuevas mentiras y maniobras populistas como el tema del aborto, cuando dentro de sus propios planes está la privatización de la salud pública (de por sí ya destruida) en un país con el 60% o más que no puede tener acceso a la salud paga. O la igualdad de salario entre el hombre y la mujer, donde basta ver los porcentajes de aumento salarial miserables que proponen este año lo que hace suponer que la igualdad será para abajo y no el salario de la mujer para arriba cuando acaba de meterle la mano en los bolsillos a nuestros abuelos.
Macri hablo 45 minutos en la apertura anual de la casa mayor de la democracia burguesa, para decir lo que dijo podría haberlo dicho en unos segundos, tiempo que dura el cantito de las canchas, refiriéndose a su madre y que sintetiza el sentimiento de un pueblo que repudia estas políticas nefastas.