Conflicto en EPEC, Córdoba

En EPEC (Empresa Provincial de Energía de Córdoba) prestadora del servicio eléctrico, viene dándose un conflicto desde hace casi dos meses, porque los trabajadores están enfrentando la decisión del Gobierno modificar para “flexibilizar” el Convenio Colectivo de Trabajo. Obviamente, las condiciones que quiere imponer la burguesía son “a la baja”, echando por tierra conquistas históricas del movimiento obrero cordobés, más aún cuando estamos hablando de los trabajadores de Luz y Fuerza, que llevan en sus lomos una indomable historia de lucha que ha trascendido las fronteras de dicha provincia.

Frente al ataque y la intransigencia del gobierno y de la empresa, una de las últimas medidas que se vienen implementando es no atender al público en ninguna oficina, sólo se sostienen guardias mínimas para emergencias: el resto de la empresa está paralizada.

A partir del lunes 20 de mayo pasado la atención fue prácticamente nula, en donde los trabajadores se reunieron en una asamblea general. El viernes anterior, el sindicato llamó a un paro por 24 horas, sin asistencia a los lugares de trabajo y con mantenimiento de las guardias mínimas. Durante el fin de semana, siguió con el trabajo a reglamento y el quite de colaboración.

El papel del Ministerio de Trabajo provincial – citando a las partes- ya sabemos cuál será. Desde la cartera laboral pretenden condicionar todo debate “a que exista un clima de razonable paz social para reencaminar el diálogo”. Lo que esconden es que son sus políticas, que atacan las conquistas de los trabajadores, las que –justamente- echan por tierra cualquier posibilidad de aquietar las aguas… menuda contradicción de una burguesía atravesada por una profunda crisis política. Lo que les preocupa, dicen, “es la situación de mayor beligerancia de los últimos días”.

El gremio presentó una serie de recursos, planteando la nulidad de la convocatoria y la incompetencia del Ministerio de Trabajo provincial, entre otros ejes y reclamos, entres los cuales podemos mencionar: Rechazar cualquier acuerdo con el Fondo Monetario Internacional; mantener el trabajo a convenio y quite de colaboración, sin afectar al servicio y con atención al público hasta que la empresa cumpla; rechazar e impugnar cualquier intento de discusión del Convenio Colectivo de Trabajo; una movilización el próximo martes 29, exigir el cese inmediato de todos los contratos innecesarios de gerentes, asesores, terceros y consultorías por la política de achicamiento y reducción de gastos y repudiar la actitud militarizadora del Gobierno de la provincia de Córdoba debido al vallado de la Epec y la Legislatura.

El conflicto que mantienen los obreros de EPEC comienza a profundizarse, y hay un elemento que sin dudas será decisivo en este y todos los enfrentamientos contra la burguesía monopolista y sus gobiernos: la asamblea y sus metodologías.

A partir de la vasta experiencia que, como trabajadores venimos acumulando en años de lucha por una vida digna, elevar el grado de movilización y organización de la misma es una necesidad material para seguir avanzando. Y esta herramienta es la base fundamental para erigir  las más audaces  metodologías de lucha.

La asamblea es la principal herramienta que nos permite a los trabajadores debatir y tomar resoluciones en función de nuestras aspiraciones; con la asamblea el colectivo puede sintetizar todos los intereses individuales y exponerlos en un interés único, común, ya que en ella se ponen de manifiesto las principales cualidades de la clase obrera: la solidaridad y la unidad.

En la asamblea se acumulan fuerzas para poder llevar adelante las resoluciones votadas, que nos posibiliten recuperar las mejores tradiciones de lucha de la clase obrera; las asambleas son capases de constituirse en verdaderas tribunas políticas de los trabajadores hacia toda la sociedad.

Por eso, hay que incentivarlas, planificarlas e institucionalizarlas. Son tareas necesarias que nos brindaran inmejorables condiciones para avanzar en la organización y la independencia política del movimiento obrero, determinantes a la hora del desenlace de este y demás enfrentamientos.

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