En el día de ayer, 7 de julio, falleció un revolucionario y nuestro entrañable compañero: Jose Leal, conocido por todos como “Chango”. De una historia llena de vida, entregada a la lucha revolucionaria por la libertad de nuestro pueblo y de solidaridad con los pueblos del mundo, siendo en este sentido un aporte invalorable su permanencia en Italia.
En los años 70 participó en las Ligas Agrarias como colaborador de ese frente de lucha. Luego emigró a la ciudad de Torino, donde ingresó en la Universidad de Bellas Artes. Allí conoció a nuestro Partido y tras la noche oscura del fascismo en Argentina fundó el CAFRA, organismo que lograría su reconocimiento a nivel internacional por las denuncias y su lucha en contra del aislamiento que pretendía imponer la dictadura. Chango jugó un destacado papel en la liberación de nuestro compañero Amílcar Santucho en manos de la dictadura de Stroessner. Fue a partir de esos hechos donde se incorpora a las filas de nuestro Partido hasta sus últimos días.
Fue un gran revolucionario, de una sensibilidad extraordinaria. Sus cualidades humanas las demostraba a cada instante; innumerables compañeros fueron cobijados en su humilde casa, donde los recibía siempre con la preocupación de que el que paraba allí, la sintiera como propia.
Fueron momentos difíciles y él siempre estaba. Su tarea trascendió la solidaridad con nuestro pueblo: lo hizo con el pueblo del Saharaui, con los palestinos, los chilenos, uruguayos, nicaragüenses, salvadoreños… y allí donde existiera una violación de los Derechos Humanos estaba presente con la denuncia en los foros más importantes de Italia.
Fue un reconocido artista plástico en la región del Piamonte, Italia, donde su obra se inspiraba en los pueblos originarios. Regresado ya al país es donde desplegó toda su capacidad en la obra pictórica, donde le llegaron innumerables ofrecimientos para que se radicara en Italia para desarrollar sus trabajos, cosa a la que se negó permanentemente, porque afirmaba que «pintaba para transmitir y comunicarse» y que de ninguna manera podría pintar lejos de sus más profundos sentimientos: su pueblo. Sin eso, sus trabajos serían vacios y alejados de toda sensibilidad.
En mayo de 2015 conmemoramos el 50° aniversario de nuestro Partido con la edición del libro Las Huellas del Futuro. Chango fue el autor de las ilustraciones y el arte de tapa que se incluyen en el libro, aporte que hizo con toda devoción y entusiasmo.
Supo pintar las paredes con las verdades revolucionarias, levantando la figura de Santucho, de Guevara, y las consignas del Partido: esos eran sus cuadros más lindos que le encantaba pintar.
Se nos fue un gran compañero, lo que nos llena de dolor. Pero a su vez, nos deja su extraordinario ejemplo, que es el camino de la rebeldía contra las injusticias y la lucha por el socialismo. El supo formarse como comunista y fue consecuente con ello hasta último momento.
A muerto un revolucionario, ¡¡Viva la revolución!!
«Chango»: ¡¡presente en la memoria de los compañeros!! A vencer o morir por la Argentina.