El sector dominante de la burguesía monopolista, a través de su gobierno, ha lanzado todo su odio contra el proletariado y el pueblo.
No sólo ha disminuido el salario argentino a poco menos de US$ 360, sino que aumentan progresiva y violentamente todos los costos que debemos pagar con él: los precios de los productos básicos de la canasta familiar, el transporte, los servicios, las tarifas, los combustibles y todo lo básico para poder vivir.
Además, el fin de semana, por decreto, el gobierno bajó los salarios familiares y eliminó el incentivo docente, fondo que estaba destinado a ayudar al sostenimiento de la escuela pública, luego de que la administración nacional se desprendiera del mantenimiento de la estructura educativa derivándola a las provincias. Con esto último, el Estado nacional, no destina ya más fondos y se desentiende totalmente, en lo económico, de la educación pública primaria y secundaria. Los comedores escolares con sus raciones hoy llevadas a su mínima expresión, serán nuevamente castigados con esta medida. Cientos de miles de niños sufrirán las consecuencias.
La política criminal de este gobierno atenta contra las vidas y la seguridad de más de cuarenta millones de trabajadores y pueblo laborioso.
Replicando más golpes al bolsillo del pueblo, en la fecha se autorizó un nuevo aumento del 9% a las empresas de medicina prepaga, aumento de combustibles y energía eléctrica.
El escandaloso robo al pueblo tiene como único objetivo el aumento de las ganancias extraordinarias de la clase parasitaria y retrógrada que nos ha sumido en este infierno, a pesar de los discursos sobre el sacrificio actual para mejorar mañana. Si la condición para los negocios que hacen es la baja de nuestros ingresos, la condición para el sostenimiento de esos negocios es el mantenimiento de esos ingresos raquíticos para el pueblo. La mentira en la que se basan sus crímenes no tiene perdón del pueblo.
La indignidad, el saqueo criminal, el autoritarismo, la injusticia, la ilegalidad contra las leyes que ellos mismos hicieron, no tienen por qué soportarse, un gobierno así debe ser combatido por el pueblo porque sus políticas son agresivas contra él. Macri, sus funcionarios y la oligarquía financiera que hoy está subida a la montaña de capitales que ha concentrado con la política llevada por este gobierno a niveles a los que ningún gobierno anterior se había animado, deberán rendir cuenta más tarde o más temprano de sus actos criminales contra el pueblo.
Pero este aquelarre de ganancias de más del 60% en períodos cortísimos, hace que todos los mafiosos bancarios y monopolistas en general quieran la porción más grande de la torta y se peleen por ella. Lo cual no les permite un consenso de clase y las disputas por decidir y conducir el timón de la política y los negocios sea de todos contra todos. Entonces los que hoy están un poco más arriba les imponen al resto sus condiciones y los demás les serruchan el piso. Allí está la parte débil de ellos: en política no pueden unificarse, el autoritarismo es la única forma de imponer la voluntad única, y ese jarabe no sólo es amargo para el pueblo sino que tampoco lo quieren tomar sus propios pares monopolistas.
La acción política, además, constituye la única posibilidad de unir todos los reclamos y aspiraciones sectoriales de trabajadores y pueblo, entonces es la punta de lanza de las aspiraciones a mejorar las condiciones actuales de vida e ir generando el camino a través del cual podremos liberarnos de tanto oprobio.
Algunos de los puntos que unifican política y nacionalmente las más sentidas aspiraciones de los trabajadores y el pueblo, y que están comenzando a levantarse en movilizaciones populares como se ha dado en múltiples localidades del oeste del gran Buenos Aires contra los tarifazos y decenas de conflictos en fábricas, empresas y sectores públicos:
Salario mínimo y jubilación mínima igual a la canasta familiar
Frenar y hacer retroceder los tarifazos. Basta de aumentos de precios e inflación.
Defender los derechos laborales y sociales conquistados por los trabajadores.
Pelear por los derechos políticos de la clase obrera y el pueblo frente al crecimiento del autoritarismo.
Extender y profundizar el ejercicio de la Democracia Directa.
Impulsar organizaciones de base estables que se constituyan en referentes locales para motorizar estos objetivos políticos y el ejercicio de la Democracia Directa.