El agua no nos tapa la realidad

 #LluviaDeProtestas #TormentaSocial

Las familias de decenas de barrios del gran Resistencia, Chaco, están sufriendo las consecuencias de las lluvias, típicas de esta época del año. Otra vez.

Problemas de salud para niños y ancianos, pérdida de mobiliario, daños a las viviendas, y los consabidos cortes en los servicios de electricidad, agua y transporte, son los inconvenientes que generaron las «inclemencias del tiempo». Como ya es común, los vecinos se reunieron y comenzaron a buscar soluciones para superar estos problemas.

Entre todos pusieron manos a la obra y limpiaron desagües y cunetas, ayudaron a las familias que tenían mayores dificultades, y codo a codo, hicieron frente a la tormenta. Pero no quedo allí la cosa, en diversos puntos de la capital provincial, de Barranqueras, de Vilelas, de Fontana y de Puerto Tirol, salieron a reclamar al Estado y a los gobernantes que hagan algo para arreglar la cosa.

Con las calles inundadas, los barrios se llenaron de piquetes. Sólo con la protesta masiva, los que gobiernan salieron a dar algunas respuestas. No hubo «protocolo de emergencia» que funcionara.

Los chaqueños ya estamos hartos de lidiar con todos estos dramas. El pueblo «espera la vida y no inundación», como decía Zitto. Pero las lluvias y el clima no tapan una realidad que ya queda clara para todos:

–    El gobierno, sea nacional, provincial o municipal, no se preocupa por resolver y prevenir los problemas profundos del pueblo.

–   Los politiqueros que recorren los barrios para sacarse fotos y pedir votos, siempre traen mentiras con forma de promesas. En cuanto suben a sus camionetas o vuelven a sus oficinas, se olvidan de las necesidades del pueblo.

–   Los trabajadores de los distintos organismos son los únicos que intentan ayudar a los vecinos, pero los recursos y las herramientas siempre son pocas o no funcionan correctamente. La plata va para otros lados.

– La verdadera fuerza, que trae las soluciones que hacen falta, está en la movilizacion de los vecinos. La participación de todos, con la democracia directa que rompe con las mentiras de los de arriba, es la garantía para que aparezcan las obras y las labores que eviten que vuelva a pasar lo de siempre.

Entre todos luchamos contra los que nos dejan en la miseria, mientras disfrutan lo que nos roban. Este pueblo sabe que no es tiempo de llorar, es tiempo de organizarse y salir a trabajar para construir una nueva sociedad. Vamos transitando el camino de nuestra dignidad, contra viento y lluvia.

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