Gran conquista de nuestro pueblo: dan marcha atrás con el cierre de escuelas en CABA

Hace pocos minutos, el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires publicó la anulación de la resolución 4.055 que decretaba el cierre de escuelas nocturnas. Este era un ataque perpetrado sobre todo nuestro pueblo, que dejaba sin trabajo a centenares de trabajadores y sin escuela a miles de estudiantes, hombres y mujeres de nuestro pueblo que por las vicisitudes de la vida que engendra este sistema debieron abandonar sus estudios y retomarlos ya siendo adultos. Es un triunfo del laburante que estudia.

La enorme indignación que trajo esta medida tuvo su correlación con una rápida respuesta por parte de los docentes y la comunidad educativa en general. No sólo los establecimientos afectados se movilizaron, sino que a su vez, centenares de escuelas entendieron que esto se trataba de un ataque a toda la educación pública, uno de los derechos más esenciales que nuestro pueblo ha sabido conquistar a fuerza de sangre y fuego durante toda su historia.

Los docentes realizaron un sinfín de asambleas para debatir la situación y para organizarse y salir a movilizarse en forma inmediata. La consigna del “no inicio de clases” en el 2019 recorría los pasillos de todas las escuelas, entendiendo que de consumarse este ataque, el próximo paso sería ejecutar el cierre de más escuelas nocturnas y avanzar sobre las precarias condiciones de trabajo de los docentes.

Tan efectiva fue la respuesta de la comunidad educativa que durante el verano –época de vacaciones para los docentes y estudiantes- se realizaron múltiples semaforazos, se juntaron miles y miles de firmas en los barrios, pidiendo por el no cierre de las escuelas y el reclamo rápidamente paso a ser una reivindicación de todo el pueblo.

En los múltiples cacerolazos sucedidos en Capital Federal, desde aquellos que congregaron grupitos de 10 o 15 vecinos hasta aquellos donde se movilizaron cientos y miles, no dejaba de encontrarse presente la bandera que pedía por el no cierre de las escuelas nocturnas: lo que manifiestan esos cacerolazos como una movilización popular que trasciende el mero reclamo en contra de los tarifazos, sino que condensa el descontento del pueblo trabajador contra todas las políticas de saqueo y hambre del gobierno de los monopolios.

En cada recorrida que hacía el gobierno de la ciudad, con Larreta a la cabeza, no dejaba de sentirse la indignación y los vecinos se amontonaban para realizar escraches contra el cierre de escuelas.

Es que hay conquistas históricas que nuestro pueblo no está dispuesto a ceder, y en su brutal espíritu ajustador el gobierno se metió –como viene haciendo- en terreno pantanoso.

La movilización de nuestro pueblo dio sus frutos, y solo nos puede motivar para seguir adelante ganando las calles. Lejos está de ser la última batalla para la comunidad educativa: este año, junto con los reclamos de recomposición salarial, la lucha contra la escuela del futuro dará que hablar.

Pero esa lucha ya no la encaramos con el mismo horizonte, la encararemos con un gobierno mucho más débil en lo político y con la fresca experiencia de que la movilización, cuando va en serio, rinde sus jugosos frutos.

El fantasma de la huelga por tiempo indeterminado, sin inicio de clases en 2019, junto con el creciente proceso de movilización en toda la comunidad educativa, los hizo recular. Debe ser esa una enseñanza para encarar las luchas futuras y arrancar el 2019 con más asambleas por escuela, con más movilización de base y con más unidad dentro de la comunidad educativa y hacia el conjunto del pueblo trabajador.

¡VIVA LA LUCHA DE LA COMUNIDAD EDUCATIVA!

¡VIVA LA MOVILIZACIÓN DE NUESTRO PUEBLO!

Resolución GCBA – RS-2019-04604618-GCABA-MEIGC

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