Mientras durante años escuchamos a los políticos burgueses su trillado llorisqueo de que hay que achicar gastos, que el déficit fiscal es enorme y no se sabe cuántas mentiras, al grado que hay candidatos que afirman que para salir de la crisis es necesario reducir costos como las jubilaciones, pensiones, educación, salud pública, etc., en sus propios informes se desnuda el saqueo y expoliación a todo el pueblo argentino. En vez de achicar gastos, este gobierno ha hecho una transferencia fenomenal de la renta nacional a los grandes capitales financieros, dejándonos al borde de la quiebra total, con el consabido sufrimiento y pesares que está atravesando nuestro pueblo, ahora y en el futuro inmediato.
Según se auto incriminan, el Ministerio de Hacienda y el Banco Central en sus informes, sólo la mitad de lo que se le pidió al F.M.I., se destinó a cubrir el déficit fiscal. De la deuda tomada en el mandato de Macri, sólo el 26 % (49.000 millones de dólares) se destinó a cubrir el déficit fiscal primario (entiéndase como primario la diferencia entre lo recaudado en impuestos y lo gastado) que no incluye el pago de intereses.
Ahora el déficit financiero total, considerando los intereses ascendió a 98.000 millones de dólares, es decir un 52 % del préstamo del FMI, la otra mitad se destinó a abastecer la dolarización (36% del total), un 12 % fue para pagar vencimientos de capitales y una pequeña parte permanece en reservas. Quiere decir que con sólo la mitad del préstamo de 187.000 millones de dólares se hubiera cubierto el déficit fiscal y los intereses. En realidad, el Estado tomó esa deuda récord para renovar vencimientos de capitales, financiar el déficit externo y facilitar la fuga de capitales. En conclusión, pidieron plata para pagar plata a los mismos capitales que le prestaron la plata, lo que se dice una estafa, robo, saqueo de una nación.
Por ejemplo, en el periodo 2015-2019, los fondos destinados a obras públicas y a educación cayeron un 53% y un 23% y los pagos de intereses en el mismo periodo pasaron de 6,2 % del presupuesto al 20,1 %, como afirman los mismos economistas burgueses, cambiaron déficit fiscal primario por déficit financiero. A esto, si se le agregan los próximos vencimientos de capitales (léase bonos, lelics, préstamos externos, etc.), una vez terminado el actual período de gobierno, se tendrán que afrontar pagos por 150.000 millones de dólares, pero esta vuelta sin los dólares del F.M.I. para afrontar dichos pagos, de ahí al default hay un pasito, que ya deja de ser un rumor.
Por eso cuando estos fantoches de los medios y sus propagandistas “ideologizantes” le quieren vender carne podrida a la opinión pública, lo que no dicen es que el saqueo, como ocurre desde hace 500 años en nuestro país, continúa y son ellos los responsables, no sólo de los males que padecemos sino de llevarnos a las puertas de una nueva debacle.