Dos expectativas diferentes, dos intereses contrapuestos

1- Aumentos de salarios, ingresos mínimos iguales a canasta familiar, jubilaciones y pensiones para una vejez digna, eliminación del hambre, posibilidad de trabajo para todos, servicios de salud eficientes para todos, educación, viviendas, libertades políticas y sociales, explosión infinita de creatividad para el desarrollo, igualdad de sexos, servicios esenciales (agua, gas, electricidad, etc.,) accesibles para toda la población…

Éstas y otras más son las expectativas fundamentales que trabajadores y pueblo en general aspiran a realizar en forma inmediata y que pretenden que el próximo gobierno se aboque a resolver.

2- Aumentos de ganancias, acumulación de capital, baja generalizada en los costos de producción, mayores recursos estatales para subsidios, préstamos blandos para inversiones, facilidades para el tránsito de capitales hacia adentro y hacia afuera del país, disciplinamiento social y acatamiento al mandato de las instituciones estatales por parte de trabajadores y pueblo, respeto social irrestricto a los mandatos de los dueños del capital por sobre la fuerza de trabajo, formación educacional y cultural acorde a las necesidades del mercado, contención, cerco y acotamiento ilimitados a las inquietudes y creatividad colectivas que dañan el orden establecido, supremacía de las diferencias sociales, económicas y de jerarquías dinerales, mayor generalización de negocios en todos los servicios esenciales…

Éstas y otras más son las expectativas fundamentales que la burguesía, principalmente la oligarquía financiera, aspira a continuar y pretende que el próximo gobierno se aboque a generalizar y profundizar.

Quienes pretendemos lo expresado en 1, somos la gran mayoría del país. Somos los que producimos todos los bienes materiales y efectuamos con nuestras manos y cerebro todos los servicios sociales. Juntos obreros, trabajadores a sueldo, jubilados, hambrientos y pobres, desocupados circunstanciales y permanentes, pequeños y medianos empresarios que trabajan a la par de sus empleados.

Quienes pretenden lo expresado en 2, son la minoría absoluta del país, que vive a costa del trabajo ajeno y se enriquece destruyendo cuerpos, cerebros y sueños de la población. Junto a ellos: los políticos institucionales (de derecha e izquierda), la cúpula eclesiástica, los jerarcas estatales, los sindicalistas empresariales, y toda la lacra social que vive del trabajo ajeno, apoyados en las fuerzas de represión.

Realizar las aspiraciones y sueños de quienes tienen intereses en 1, sólo es posible lograrlo mediante un proyecto de carácter nacional, con planificación colectiva, trabajando en forma cooperativa y social, en donde todo (tierra, medios de producción y producto social es de todos y nada es de nadie en particular, salvo lo que es de cada uno (viviendas, objetos personales, etc.). En ello vamos juntos, obreros, trabajadores en general, pueblo laborioso, jubilados, pobres y carenciados de todo tipo. Pues se trata de un proyecto colectivo y unificador que sólo pueden llevar adelante las personas que producen y tenemos aspiraciones infinitas.

Realizar las aspiraciones de quienes tienen intereses en 2, significa continuar, profundizar y generalizar el curso actual de las políticas de Estado en donde los grandes capitales van en contra de una unidad nacional, pues la competencia es de todos contra todos, volteando todo tipo de cooperación y esfuerzo común, priorizando el interés individual, en una carrera por acrecentar la supremacía del capital más grande en donde valen los métodos más arteros y antihumanos que lleven al abultamiento de más concentración de capitales, provocando y profundizando divisiones, imposibilitando un proyecto común nacional de crecimiento planificado, destruyendo esfuerzos y vidas de las mayorías y a la naturaleza misma.

El futuro gobierno, por expresiones de sus encumbrados dirigentes, trayectoria servil de los mismos hacia los intereses de la oligarquía financiera, tomando en cuenta las iniciativas que hasta ahora han tomado, reuniones con personajes identificados con la burguesía monopolista, nombramientos de viejos conocidos para cubrir los cargos ministeriales que aún no ha oficializado, etc., se inclinan por los intereses de 2.

Deberán tener en cuenta qué ha pasado y pasa en la región americana dentro del convulsionado mundo capitalista que tratan de sostener, y más, cuando un pueblo con enorme experiencia de lucha como el nuestro tiene la ilusión de mejorar sus vidas.

El devenir dictará sentencia, y los revolucionarios deberemos intensificar nuestro trabajo para preparar el choque de intereses entre 1 y 2 (aunque los fríos números sean incapaces de expresar las motivaciones humanas de los intereses de clases confrontados).

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