Imaginemos esta situación: un trabajador le plantea a quien lo contrata que debido a la situación del país, a que la plata no alcanza por la suba generalizada de precios y que por ello su salario se ve relegado, va a ir a trabajar dos días a la semana, cobrando el mismo salario; y que esos días que hoy no va a trabajar los recuperará cuando la situación del país le permita ir todos los días al trabajo.
¿Absurdo, no es cierto?
Pues eso mismo es lo que, nuevamente, la burguesía monopolista propone a los trabajadores como medida para que el gobierno que está por asumir “ponga plata en el bolsillo de la gente”. Un “aumento” a cuenta y en cómodas cuotas. Y por supuesto, con el aval siempre servil de los popes de la CGT.
Así es como se pergeña el nuevo pacto social tan declamado como el sacrifico que todos debemos hacer para sacar el país adelante. El asunto es que los capitalistas no harán sacrificio alguno ya que, luego de haber producido un nuevo alza de los precios durante octubre y noviembre, ahora se “comprometen” a no aumentar más los mismos y a otorgar una suma fija en cuotas y que será descontada cuando se discutan nuevas paritarias.
Lo de siempre; la burguesía haciendo sacrificios con la de los laburantes. No sea cosa que se les pida meter la mano en sus bolsillos…
Y presentado con toda la fanfarria por los nuevos gobernantes que así se muestran diferentes a los viejos gobernantes. Un cambio de libreto para la misma obra.
Porque “es con todos”, nos dicen. Pero con todos no significa que ponen todos. Con todos para poner en práctica un nuevo engaño en el que nos quieren hacer creer que verdugos y víctimas, explotadores y explotados, harán el sacrifico por la patria. Sacrifico que guarda convenientemente los intereses de la burguesía.
Y volviendo a la CGT y sus CEOS, lo que abrochan por arriba luego lo transmiten abajo. En cada establecimiento laboral vuelven con los argumentos de lo mal que está el país, del esfuerzo que nos toca, de que pensemos en los que tienen hambre y dejemos de lado nuestros reclamos, que no pidamos nada porque lo esencial es mantener las fuentes de trabajo.
El plan de la burguesía monopolista y el gobierno por asumir se centra fundamentalmente en esos pilares. Que la clase trabajadora se siga sacrificando por la recuperación del país. Lo que es lo mismo que decir que los trabajadores sostengamos las ganancias de la clase dominante en esta nueva etapa. Todo lo demás son discursos con más o menos adornos, que intentan disfrazar sus mentiras y engaños.
Esas mentiras y engaños debemos enfrentarlos en cada lugar de trabajo debatiendo con nuestros pares e impulsando formas organizativas que respondan a las bases obreras, y no a los dirigentes de los sindicatos que ya pactaron nuestro sacrifico.
Cada mentira, cada argumento engañoso a favor del pacto social debemos discutirlo y debatirlo aun cuando hoy haya trabajadores que acepten ese discurso. Hay que ser perseverantes, ser constantes, en la lucha ideológica y política contra las iniciativas de la burguesía porque el velo del engaño terminará por caerse. Y así seguiremos poniendo las bases de una nueva organización de los trabajadores que rompa con los traidores e irrumpa en la lucha de clases con toda la fuerza de las bases organizadas y movilizadas desde los intereses obreros y no desde los de la burguesía.