La comisión de Derechos Humanos de la Legislatura de Neuquén, acaba de emitir despacho para que la provincia y la totalidad de la administración pública, adopte la definición de antisemitismo aprobada por el IHRA en 2016 y refrendada hace tres meses por el gobierno de los Fernández.
Del debate en la comisión, participaron Carlos Maravankin, quien es miembro de la organización proimperialista DAIA Filial Neuquén y Hernando Grosbaum, Cónsul Honorario de Israel en la Patagonia, en representación de los intereses de ese Estado terrorista. Obviamente, ambos apoyaron el proyecto que avala la política sionista.
Sin embargo, la comisión rechazó la propuesta de la bancada del FIT, para que la APDH y la Cátedra Libre de Estudios Palestinos de la Universidad Nacional del Comahue, pudieran expresar su opinión al respecto.
Si bien la propuesta de la izquierda reformista puede parecer progresista, en realidad deja en evidencia la esterilidad de enfrentar a la oligarquía financiera desde adentro de sus instituciones. Es que, en la lucha para derrocar a los capitalistas, no hay lugar para los tibios, esa lucha es a sangre y fuego.
La iniciativa del bloque peronista es de tal gravedad que de aprobarse, el solo hecho de criticar el apartheid implementado por Israel en el territorio de Palestina, podrá ser considerado un delito.
Por ello, expresamos nuestro más profundo repudio a los peronistas que impulsan la iniciativa y a todos los legisladores mercenarios que, por acción u omisión, sean cómplices de esta ignominia.
PRT Alto Valle
03/09/2020
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IMPIDAMOS QUE NEUQUÉN SE MANCHE CON LA SANGRE DE LOS PALESTINOS
Antes de tratar el tema de fondo, queremos aclarar conceptos que muchas personas confunden o, simplemente, las desconocen, entre ellas, las definiciones de judaísmo, semitismo y sionismo.
El judaísmo es una unidad de creyentes unidos en la fe, no tiene fronteras y su ideología es la paz.
El semitismo es una cualidad que puede aplicarse a los pueblos y lenguas semitas. El árabe, el hebreo, el arameo originario de los palestinos, entre muchas otras, son lenguas semitas. Por extensión, se consideran semitas a las personas que hablan estas lenguas ancestrales como algo natural por su condición geográfica de nacimiento, es decir, personas procedentes originariamente de la zona comprendida entre Siria, Egipto, Irak y la península arábiga.
La mayoría de los judíos no son semitas, ya que proceden de Europa central y oriental, Argentina, Sudáfrica, Canadá, EE.UU, etc., mientras que la mayoría de los árabes si lo son.
El sionismo es un movimiento político internacional, el cual postula que todos los judíos del mundo debían fundar y consolidar un nuevo Estado, una nación única sobre una base étnica religiosa. Actualmente, el sionismo propicia un modelo de sociedad capitalista y militarizada, con un componente fascista cada vez mas evidente.
Esta confusión de conceptos, es muchas veces difundida con mala intención por EE.UU. y el resto de los países imperialistas de Europa y Asia, con el fin de confundir a la población, y así fortalecer a los capitalistas israelíes, que funcionan como una cuña entre los países de oriente medio, y actúan en beneficio de los intereses de la oligarquía financiera.
Una vez aclarado esto, vamos a entrar en el tema central de esta nota.
Pasaron poco mas de dos meses desde que se publicó en el Boletín Oficial la Resolución 114/2020, por medio de la cual, el gobierno argentino adhirió a la definición de antisemitismo adoptada por la Alianza por el Recuerdo del Holocausto (IHRA).
La misma dice: “El antisemitismo es una cierta percepción de los judíos que puede expresarse como el odio a los judíos. Las manifestaciones físicas y retóricas del antisemitismo se dirigen a las personas judías o no judías y/o a sus bienes, a las instituciones de las comunidades judías y a sus lugares de culto.”
Instituciones proimperialistas de nuestro país, como la DAIA y la AMIA, celebraron esta decisión de Argentina. Jorge Knoblovits, titular de la DAIA, declaró que “Antisionismo debería ser equiparado con antisemitismo”, por si a alguno le quedaban dudas sobre el real significado de esta medida para los imperialistas europeos, estadounidenses e israelíes.
De esta manera, el gobierno de los Fernández, dio por terminado el acuerdo firmado con Irán durante el gobierno de Cristina Fernández, y reafirmó la continuidad de la política iniciada por Mauricio Macri, de alineamiento incondicional con el Estado terrorista de Israel.
Ahora, el Frente de Todos, por medio de su legislador Mariano Mansilla, pretende que la Legislatura de Neuquén adopte la misma posición, para lo cual, presentó un proyecto de ley.
Pero Mansilla y todos los miserables que levanten la mano para convertir el proyecto en ley, deben saber que lo harán pasando por sobre los cadáveres de cientos de miles de mujeres, hombres y niños palestinos, que fueron víctimas del mismo holocausto que sufrieron los judíos durante la segunda guerra mundial. Antes, los asesinos fueron los nazis, hoy, son los sionistas, y ambos constituyen las dos caras de la moneda imperialista.
No somos ingenuos y no esperamos un gesto de honestidad del “Borocoto” neuquino, que cambió de camiseta política cada vez que las conveniencias personales así lo exigían, ni del resto de sus familiares, que durante décadas, se llenaron y se siguen llenando los bolsillos mamando de la teta del Estado. Tampoco esperamos nada positivo de ninguno de los mercenarios, mas conocidos como legisladores.
Sí pretendemos que los habitantes honestos de la provincia, tomen consciencia de lo abyecto y miserable que sería, que Neuquén se encolumne detrás del imperialismo guerrerista y criminal representado por los sionistas de todo el mundo, y que se movilicen para que el proyecto de la bancada peronista sea rechazado.
La única solución al conflicto iniciado en 1948, es volver a las fronteras originales de Palestina, y que allí vivan en paz, como lo hicieron durante siglos, musulmanes, judíos, cristianos, y gente de cualquier creencia religiosa con no creyentes, todos con los mismos derechos y sin privilegios para ninguno, rehaciendo de Palestina, un país multi étnico, multi religioso y desmilitarizado.
Los seres humanos de todo el mundo que amamos la paz, no somos ni anti judíos ni anti semitas, pero sí somos anti sionistas.
PRT Alto Valle
24/08/2020