FATE: saltar la barrera economicista para avanzar en una verdadera organización clasista e independiente

“La autoconvocatoria barre las divisiones ficticias porque todos somos uno solo: trabajadores, parte de una clase. Con la energía de la autoconvocatoria se imponen métodos y formas de lucha y de negociación aun cuando, en lo formal, este al frente la dirección de tal o cual gremio.

Las actuales formas de organización en la producción chocan irreconciliablemente con la vieja estructura sindical de la delegación y la representación que terminan, cada vez más, en la punta de una pirámide lejana a las aspiraciones e intereses de la clase.

Aunque aquella siga existiendo, su destino irremediable es verse superada por la lucha autoconvocada que encierra las mejores tradiciones de la experiencia de lucha del proletariado argentino junto con las formas y metodologías propias de este momento de desarrollo de las fuerzas productivas, donde la socialización de la producción se acrecienta y, por lo tanto, se acrecienta la influencia directa de las nuevas formas de producir hacia toda la sociedad.

La lucha autoconvocada de la clase obrera ha comenzado a andar, más allá de las formas, y es la lucha llamada a barrer con todas las formas de organización caducas y agotadas a las que el proletariado argentino se dispone a descartar definitivamente.”

 (Extracto del libro “Las huellas del futuro” pág. 110)


 La empresa Fate es fundamental dentro de la producción automotriz en nuestro país, ya que produce para las terminales automotrices. Está dentro de las 120 empresas manufactureras más grandes que operan en nuestro país. Y por mas que la jueguen de una empresa familiar, es un monopolio

Como clase no podemos ir a la cola de la burguesía, debemos desde la independencia plantear nuestras necesidades, si la misma es cobrar un salario digno, que las y los trabajadores decidamos cuál es ese monto y definamos como encarar la lucha. Muy diferente a las actuales metodologías, donde un par de “iluminados” deciden por nosotros cuando hace rato dejaron de ser obreros para transformarse en “sindicalistas”.

Lo sucedido con el último arreglo salarial tiene una gravedad que atenta no sólo contra el aspecto económico de las obreras y obreros de Fate sino también en los terrenos político e ideológico, cosa imperdonable.

Enumeramos los puntos que consideramos graves, aunque seguramente habrá otros tantos. Desde que comenzó la conducción del sindicato con la Lista Negra y aquellas que son parte del circo electoralista, jamás tuvieron confianza en las masas que trabajan día a día, las que generan las riquezas.

Nunca apostaron a la movilización permanente dentro de las fábricas (entendemos por movilización el estado deliberativo constante, la asamblea en el sector como principal herramienta y no las movilizaciones que en realidad son excursiones al ministerio); no se profundizó la organización sector por sector para democratizar las decisiones y que la participación sea activa y masiva; las asambleas fueron siempre aparateadas y nunca fueron un órgano genuino capaz de tomar decisión. Son burócratas con discurso “revolucionario”, que a través del engaño llevan adelante metodologías de organización que sostienen este sistema de la explotación del ser humano.

Ya quedó demostrado en la práctica que no son lo que dicen ser, también queda demostrado en la práctica que para poder avanzar en conquistas necesitamos, las y los trabajadores, tomar los problemas en nuestras propias manos.

La representatividad electoralista tiene como finalidad que Fate y las patronales sigan haciendo sus negocios a costa de nosotros. Por eso insistimos en apuntar a la masividad, a que en los sectores nos involucremos para la solución de nuestros problemas sabiendo que nadie los va a resolver por nosotros. Quedó demostrado en muchas experiencias que cuando la lucha viene de abajo, donde se encuentren distintos pensamientos se puede avanzar.

La muerte del compañero Marcelo Ulariaga en Pirelli no fue un accidente. Es el resultado de la explotación y las condiciones que ésta nos lleva, con un sindicato lleno de “representantes” alejados del puesto de producción y mas cerca del sillón. Esto tiene como consecuencia la precarización, la profundización de la explotación y en este tristísimo caso la muerte.

 Profundizar la autoconvocatoria y la democracia directa.

En estos últimos días, desde el sur de nuestro país, trascendió la lucha del personal de la salud en Neuquén. El eje principal fue la asamblea para decidir por fuera de los aparatos gremiales, la democracia directa para que todos y todas participen y la acción directa cortando las rutas en las zonas petroleras, golpeando a las ganancias de los monopolios.

Esa es nuestra tarea en las fábricas, desde los puestos de laburo involucrar a los compañeras y compañeros del sector más allá de sus ‘ideas políticas’. Todos los que producimos debemos decidir y avanzar en nuestros reclamos desde nuestros propios intereses de clase, allí nace la verdadera política, nuestra política.

Autoconvocatoria no es desorganización, al contrario, es barrer con las formas que no nos sirven e ir creando lo que sí queremos. ¿Cómo puede ser que tengamos un delegado para 130 compañeros? No vamos a inventar formulas ni nada, pero mínimo tiene que ser un delegado en cada turno y no más por cada 20 o 30 operarios, el delegado debe estar en el sector y no quién sabe dónde.

Bien afianzados desde las bases ir clavando estacas de organización en toda la fábrica.

Ese es el verdadero cuerpo de la clase.

 

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