Acindar Villa Constitución: una clase obrera que no espera más

Como venimos insistiendo (y ya anunciábamos el año pasado) la crisis de superproducción que afronta el capitalismo la empezaron a dibujar con la pandemia y tuvieron la excusa para descargar todas sus pérdidas sobre la clase obrera y el pueblo en general.

Con un 2020 sin paritarias y sólo con sumas fijas, vimos perder nuestro poder adquisitivo terriblemente, lo que género que, a partir de fines del año pasado, que la clase obrera empezara a agudizar sus luchas (con claros ejemplos en sanidad, vitivinícolas, aceiteros, etc.).

En particular, los metalúrgicos cerraron el año con una suma fija de $ 30.000 en 5 cuotas, que en Acindar de Villa Constitución se le sumó $ 20.000 más, producto de las asambleas con paradas de equipo que se empezaron a hacer reclamando apertura de paritarias (incluso antes que se cerrara a nivel nacional).

Con las paritarias de este año cerrando sumas escalonadas en los niveles que pidió el gobierno (que terminan en enero 2022), siendo diciembre el mes donde se tendría que revisar el acuerdo, los metalúrgicos al día de hoy tienen una pérdida del poder adquisitivo con respecto a los niveles pre pandemia que pasa largamente el 20 %.

Esto generó que el malestar (que en los primeros meses se había “suavizado”) recrudeciera, retomando los reclamos de diversas maneras.

“En agosto Argentina tuvo un superávit comercial u$s 2.339 millones, el más alto desde noviembre de 2019, según informó el INDEC este miércoles. La mejora fue traccionada por un fuerte incremento de las exportaciones que tuvieron el mejor agosto desde 2011 y treparon a su nivel mensual más elevado desde mayo de 2013. De acuerdo con los números oficiales publicados esta jornada, las ventas externas alcanzaron los u$s8.093 millones en el octavo mes del año, lo cual significó un incremento anual de 63,3%.” (Ámbito Financiero, 22/9/21).

El proletariado viene viendo lo que menciona el diario, así como que la pandemia no frenó la producción y que “el derrame nunca llega”. Por eso decidió no esperar más.

Hace 10 días, en la acería del sur santafecino, la Comisión Interna (con una clara lectura de como venía la mano por abajo) hizo una especie de “encuesta” en la cual les preguntaban a los operarios (con nombre, apellido y sector) qué posición tenían con respecto a la paritaria cerrada (o sea: si esperábamos a diciembre la reapertura) o, por el contrario, si estábamos dispuestos iniciar un reclamo de forma inmediata y a través de qué medida.

Dejando de lado nuestra opinión sobre esta encuesta (lo dejamos a criterio de cada lector o lectora), nos limitaremos a decir que fue tan contundente la respuesta que a los pocos días ya se estaban haciendo asambleas con paradas de equipos en los sectores de laminación, exigiendo la reapertura de paritarias o un bono que compense la pérdida.

En el día de hoy, la empresa ofreció un pago único de $ 15.000 que fue rechazado de plano, continuándose con las asambleas con paradas de equipo y con posibilidades de profundizar las medidas la semana que viene.

Con esta firme posición, el proletariado (sumado a lo antes dicho y a las nuevas movidas que se están dando en sectores tanto estatales como privados) está dando un mensaje claro (como el que demostró dándole la espalda al circo electoral).

No estamos dispuestos a seguir bancando sus decisiones, no vamos a permitir que sigan descargando sobre los trabajadores y trabajadoras sus crisis, estrujando cada vez más nuestros bolsillos con el objetivo de sostener sus niveles de ganancia.

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