El presidente se reunió en la Rosada con parte de lo más concentrado del empresariado (Bulgheroni, Mindlin, Brito, De Narváez y Eurnekian, entre otros). Ya sabemos que de este tipo de “acuerdos” nada bueno podemos esperar trabajadoras y trabajadores.
Como tampoco de la eliminación de retenciones a las exportaciones automotrices, los créditos preferenciales a ganaderos; las exenciones impositivas y subsidios a cerealeras; o la nueva que “analizan”: baja de retenciones a la minería…
¡Un sector al tope de las exportaciones con más de 3 mil millones de dólares anuales! Es evidente a dónde está yendo a parar “la platita” de la que hablaba el gobierno después del fierrazo electoral: a los bolsillos de los monopolios.
Porque Estado y gobierno (del color que sea) siempre están a favor de los mismos intereses de clase: la burguesía. Confirmación de esto además es el acto del gobierno y la CGT un falso 17 de octubre (ya ni esa fecha reivindican) dejando en claro el papel de los sindicatos.
Verdaderos gendarmes de las patronales. Para lo único que están es para hacer de muro de contención de los reclamos, para apretarnos en las fábricas; hace años que no hacen nada y tienen el tupé de salir “a festejar”.
¿Qué festejan? ¿El acuerdo salarial que firmó la UOM? ¿Un 15% en 3 cuotas a partir de enero 2022?
No tienen vergüenza y mucho menos algo de dignidad.
Estas estructuras sindicales, verdaderos baluartes de la institucionalidad del sistema capitalista, no le sirven para nada a la clase obrera.
Y lo que vamos a conseguir mientras sean ellos los que estén al frente son miserables monedas. Sobran ejemplos como el de los metalúrgicos.
Por eso, para terminar con toda esta lacra tenemos que pararnos firmes desde los intereses de nuestra clase, profundizando la lucha y la organización independiente desde abajo.
Ejemplos como la lucha del limón en Tucumán, las tercerizadas del FF.CC Sarmiento, Roca y Belgrano Sur; en Tenaris-SIAT de Valentín Alsina; Chapa Naval en V. Constitución; Liliana en Rosario; Nikitos en Merlo; en Mondelez (ex Kraft); o el sostenimiento de la lucha por el vaciamiento de Just en la Matanza son enseñanzas que debemos mirar con mucha atención.
Está pasando hoy.
De lo que se trata, el desafío para trabajadoras y trabajadores, es poner en primer plano la auto convocatoria, la democracia directa y la organización desde las bases; rompiendo cualquier intento que quiera desviarnos de NUESTRA lucha.
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