Los acuerdos paritarios: Mentiras y abiertas reducciones

Con el acuerdo sellado en días pasados de un aumento del 13% dividido en 3% en febrero y 10 % en marzo se cierra la paritaria 2021-2022 del gremio de empleados de comercio. Con este casi transparente aumentito porque, casi no se puede apreciar y que es presentado como una revisión (a propósito de la inflación), prevista en el acuerdo firmado en junio del año pasado, el aumento logrado, según la noticia publicada por los medios, es del 54%. Fue anunciado con gran pompa y hasta causo cierto asombro.

Sin embargo, no todo lo que reluce es oro, en este caso como en la gran mayoría de los acuerdos paritarios que “los hábiles negociadores sindicales” abrochan a nuestras espaldas y los porcentajes de aumentos anunciados ni siquiera se arriman a lo que realmente se percibe.

Las declaraciones de agradecimiento de Faecys a las cámaras empresarias, al gobierno y su ministerio de trabajo es lo primero que Cavalieri y compañía salieron a decir. Como no podía ser de otra manera la triple alianza entre empresarios, gobierno y sindicato, con autobombo incluido, que esta componenda al servicio del capital y la explotación asalariada resaltan. Lo segundo son las cifras, que a decir verdad son una verdadera mentira.

Pero veamos los números para ser más gráficos porque son una metáfora en cuanto metodología y engaño de lo que las negociaciones paritarias anticipan.    Del supuesto salario de 74.733$ se pasó a un salario de 90.000 nos dice el acuerdo. Ello es resultado de un aumento del 54%, según se publica. Pero si hacemos cuentas siempre siguiendo sus mentirosas pautas los números son otros. Porque el aumento del 54% de 74.733 es $ 115.089. O sea que faltan aún 25.089,00 mangos que vaya a saber uno donde se fueron.  Si el aumento paritario hubiera sido del 54% la cifra de aumento sería de 40.356,00 pesos. Sin embargo, la cifra que alcanza los supuestos 90.000 es de 15.267 pesos o sea menos de la mitad de lo anunciado -que, dicho sea de paso- equivale a un aumento salarial de 20,43%.  Tal es el aumento paritario real que supuestamente le gana a una inflación galopante.

¿Cómo 54% se ha convertido en 20,43%? Y correlativamente ¿Cómo $ 40.356,00 se han convertido $ 15.267,00? no es ningún misterio. Como la inmensa mayoría de los trabajadores lo saben, las mentiras de la burguesía de la que la runfla sindical a su servicio forma parte, es la moneda común en esta porquería que es el régimen asalariado capitalista.

Las paritarias venideras tienen estas premisas montadas en el engaño de ganarle a la inflación sumadas a las llamadas revisiones y otros tantos chamullos que solo sirven para apalancar las mentiras de los porcentajes de aumentos.  Sin ir muy lejos las paritarias docentes, metalúrgicas, ferroviarias, de obreros tabacaleros, etc.… los “porcentajes de aumentos llamados a ganarle a la inflación” en la voz de las cúpulas sindicales van revoloteando de aquí para allá sin que los mismos representen aumentos salariales que expresen una clara mejoría. Por el contrario, lejos de ello, son expresión de los constantes ajustes al salario de los trabajadores. No por casualidad el llamado Consejo del Salario ratifica que el salario mínimo para este año es de apenas 33.000 pesos y la llamada canasta básica para 4 personas es de 76.000 pesos según el INDEC. Cifras tan demostrativas no expresan más que una decisión politica de seguir profundizado la explotación y al mismo tiempo seguir bajando salarios.

La lucha por el salario -más aun en esta época de ajustes brutales y de ataques a las condiciones económicas de los trabajadores- no puede estar sujeta a las “negociaciones” de los de arriba. Es una lucha política de los de abajo por conquistar condiciones salariales que rompan el cerco institucional del capital frente al trabajo.  Es por ello que también en este escenario la organización de base y la acción independiente deben dar la espalda a todas las traiciones y mentiras que las cúpulas sindicales sostienen para avanzar desde la resistencia organizada con iniciativas por aumentos salariales que superen el estrecho marco de reducción al que los monopolios y todo el parasitismo institucional que está a su servicio intentan sostener. Porque la lucha de clases dispone, nada termina como la burguesía propone.  Basta de porcentajes, lo que necesitamos de bolsillo supera ampliamente los 150.000 pesos.

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