57º aniversario de nuestro Partido

Asimilando la experiencia de nuestra propia historia.

Y cada 25 de mayo, fecha de la fundación de nuestro Partido, lo hacemos en contextos diferentes de la lucha de clases.

En ese camino de pensamiento recordamos a nuestros fundadores, a nuestros dirigentes que fueron encarcelados, asesinados o desaparecidos; y en cada oportunidad que se nos dio pusimos el acento en el recuerdo y reconocimiento a las decenas de miles de compañeros y compañeras que -de una u otra manera- sostuvieron la construcción de nuestra organización.

¡Sí! Fueron esos compañeros y compañeras que supieron caminar en sus sectores de trabajo, en sus barrios y centros de estudio levantando las banderas de Revolución Socialista.

Este 25 de mayo se presenta distinto, no puede ser de otra forma. La lucha de clases va poniendo a nuestro Partido ante nuevas responsabilidades frente a la clase obrera y el pueblo, ya que en el camino de construcción de nuestra fuerza fuimos asimilando enseñanzas del pasado inmediato.


¿Qué nos guía este presente?

Entre otras cosas que la clase dominante en el plano global como en nuestro país ha intentado liquidar la idea de la construcción de un partido proletario que sea capaz de aglutinar políticamente en un solo torrente el potencial revolucionario existente en las mayorías explotadas y oprimidas.

Allí nos han golpeado y es un plano del enfrentamiento que debe guiar el actual momento.

Pero este presente de recordatorio de nuestra fundación encuentra a nuestro Partido en distinta situación.

Hemos asimilado en la práctica cotidiana las dificultades que se presentan cuando la ideología dominante acentuó en el plano ideológico la idea de hacer desaparecer de la faz de la tierra la necesidad de construir un partido de nuestra clase.


¿Por qué decimos que hemos asimilado esa enseñanza?

Porque esencialmente hemos profundizado en la idea fundacional de nuestro Partido, que la lucha económica sin una dirección política que lleve a la revolución socialista termina en una nueva frustración del enfrentamiento realizado.

La burguesía con sus diferentes gobiernos “democráticos” utilizaron y utilizan dos armas ideológicas fundamentales para su interés de clase que les permiten sostener el sistema de dominación.

Por un lado, utilizan el reformismo y por el otro el populismo.

Los hubo de «izquierda y de derecha”, simbologías que de una u otra manera ocultan el carácter de clase de las mismas.

Pero en este 25 de mayo recordamos para el presente de cómo nuestro Partido supo desnudar ambas herramientas. Recordamos entre otras cosas la táctica frente al GAN (cuando la marea del populismo con la llegada de Perón se encontraba en su punto álgido); o los «célebres» debates contra las posiciones reformistas del Partido Comunista. También destacamos el escrito sobre nuestra salida de la IVª internacional trotskista y la Fracción Roja de los primeros años de los 70. Eran posiciones liquidacionistas que en última instancia atacaban la construcción del Partido proletario.

En fin, hemos sostenido la idea de la construcción del Partido Marxista-Leninista a lo largo de varias décadas. Pero nuestro XVIIº Congreso supo tener la “osadía” de profundizar críticamente las deficiencias en torno a la construcción del Partido que hoy nos permite asimilar mejor la necesidad de construirlo.

Transitamos todas las dificultades, que no son pocas. Y un día como hoy nos encuentra en un camino de construcción profundo, enraizado y llevando tenazmente las tácticas votadas.

En este presente se resume el arsenal político e ideológico de nuestro Partido cuyos fundadores supieron cimentar desde los mismos inicios de esta gesta extraordinaria de la lucha por el poder y la construcción de una sociedad Socialista.

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