En el día de ayer, Nissan y Renault de Córdoba debieron paralizar su producción debido a la falta de neumáticos. La medida continúa hasta hoy martes.
Seguramente esta situación se extenderá a otras terminales afectadas por la misma situación.
Mientras las negociaciones a puertas cerradas entre las empresas monopolistas, el gobierno y el sindicato (SUTNA) tienden a agudizar la crisis política en todo este momento, los miles de trabajadores y trabajadoras no podemos ni debemos estar a la “espera” de la resolución del conflicto que se enjuaga por arriba.
Por el contrario, la experiencia de lucha en las plantas del neumático nos ha enseñado durante años que la unidad y organización por abajo es la garantía de triunfo.
Los intereses en juego que se debaten en las oficinas de las gerencias, son intereses en pugna de los monopolios, y cada uno tira de la soga para sacar una buena tajada. Van por sus negocios,
Pero los intereses de la clase obrera son antagónicos a dichas pujas.
Nuestras consignas apuntan a una vida digna con salarios y condiciones de trabajo profundamente humanas.
Pero resulta que quienes “negocian” nuestros intereses lo hacen a puertas cerradas.
Poco y nada se sabe de la marcha de los “planes de lucha” encarados por el SUTNA más allá de las jornadas de paro o movilización que no logran la robustez ni la fuerza necesaria para el triunfo de nuestros reclamos.
Profundizar una huelga en serio, en primer término, significará impulsar la asamblea en el sector.
Debatir con todos los compañeros y compañeras la necesidad de tales medidas y fortalecer en cada sector la unidad. A partir de allí exigir un llamado a una asamblea general para definir, resolver y organizarla.
La movilización para cubrir todas las tareas que se deberán ejecutar tiene que promover la participación de todos los trabajadores, porque son muchas las responsabilidades a desplegar.
Hay que romper el aislamiento provocado por las actuales negociaciones.
Delegaciones de obreros y obreras de las plantas del neumático tienen que ir a otras plantas industriales de la zona, escuelas, universidades, barrios.
Explicar el porqué de la lucha y la necesidad de la solidaridad activa.
En esa huelga tal como la concebimos, familiares y amigos deben apoyar la organización, para sostenerla, apuntalando un fondo de huelga y todo lo que ello conlleva.
La presencia como clase, movilizada en infinitas tareas de compromiso con el reclamo, será la garantía de sostenerse en el tiempo y a la vez agudizará la confrontación por arriba, ya que sus intereses se verán comprometidos al paralizar toda la industria automotriz.
Esos son los problemas de ellos, los nuestros serán sostenernos con inteligencia y sabiduría, fortaleciendo la unidad y organización por abajo.
Hoy hay compañeros que están confundidos, pero la única forma de resolver esa cuestión es poniendo en marcha en forma inmediata la asamblea por sector en cada planta.
Los compañeros y compañeras más decididos en cada sector deberán apoyarse y confiar en sus compañeros para convocar y debatir las medidas a seguir. Ese es el único remedio. Estos “planes de lucha” convocados a espaldas de las mayorías nos son ajenos llevan al desgaste.
En donde haya un mínimo de acuerdo, no dudar. Y contagiar a otros sectores que aún dudan para que vean el protagonismo de todos los obreros de cada sector.
Mientras tanto, no dejemos que la empresa nos coma la cabeza con la idea que “mientras se negocia no hagamos olas”. Por el contrario, en cada sector el reclamo debe profundizar la necesidad de la lucha unida en el abajo.
Preparar las fuerzas, organizarlas y ejecutar con premura lo votado en la única democracia creíble, que es cuando en “mi sector” debatí a fondo lo que voy a hacer.
Las empresas, el gobierno y el sindicato quieren que el conflicto sea ajeno a todos los trabajadores. “Ellos velarán por nuestros intereses”, dicen. Esa es su “democracia”.
La nuestra como clase es otra muy distinta. ¡¡¡Pretendemos participar y ejecutar con lo que se vote desde abajo hacia arriba con puertas bien abiertas!!!