Renuncia el ministro de economía y se profundiza la crisis


El día de ayer, mientras Cristina Kirchner daba un discurso por el aniversario de Perón –apartándose de Alberto Fernández y la CGT que hicieron su fiestita el viernes- se dio a conocer la noticia de la renuncia de Martín Guzmán, ahora ex ministro de economía.

Esto se da en un contexto de nueva corrida del dólar, que implica como ya sabemos, más disminución salarial y más inflación para los próximos días.

La especulación burguesa en el marco de un acuerdo con el FMI que pende de un hilo –siendo Guzmán el hombre fuerte que tenía el gobierno para esas “negociaciones”, donde el gobierno no ha cumplido con ninguno de los objetivos trazados– se va a disparar buscando, como siempre, aprovechar la incertidumbre financiera para amasar mayores ganancias. Ya sea mediante el aumento de precios o mediante la maquinita financiera.

La renuncia de Guzmán en definitiva demuestra y acelera el desbarajuste del gobierno, tanto en términos políticos como económicos.

La crisis política, económica o social de la burguesía no será superada por este cambio ministerial, al contrario, se profundizará.

Y en esto tenemos que ser muy claros: la crisis global de superproducción que vive el capitalismo, su particularidad en Argentina, y la crisis política que la burguesía atraviesa particularmente en nuestro país, determina que las y los trabajadores y las capas populares oprimidas nada bueno podemos esperar.

No hay cambios de “modelo” sino la necesidad de la clase dominante de profundizar el ajuste. Clase que sabe que tiene dificultades políticas para ejecutarlo porque la situación cotidiana que vivimos las y los trabajadores se hace cada vez más insoportable, con salarios que, en el 90% de los casos, caen por debajo de la línea de pobreza.

Por eso debemos disipar cualquier especulación o cualquier duda respecto a que haya cambios por arriba que favorezcan a los de abajo.

Nuestra tarea como clase obrera en momentos como este debe ser profundizar la lucha por los reclamos y no bajarle la intensidad. Tenemos que seguir adelante con una actitud de alerta y ponernos al frente de las iniciativas que en el pueblo movilicen por los reclamos en un momento tan particular como este.

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