En la presente nota abordaremos nuevamente el tema del entrelazamiento de capitales, y de estos con el Estado, a fin de aportar más elementos sobre el tema.
Lo hacemos porque se reiteran, desde el gobierno -principalmente lo hace la vicepresidenta- y desde los sectores denominados “progresistas” (aunque sean reaccionarios) a los que se suma cierta izquierda del sistema que hace coro con los demás, viejos conceptos que confunden y no permiten ver claramente al capitalismo financiero velando así, en forma intencionada, al enemigo al que debemos enfrentar.
No nos referimos a sectores bien intencionados que, sin pretender engaño alguno, repiten definiciones que nada tienen que ver con la realidad actual que caracteriza al capitalismo en su fase imperialista.
A las grandes masas proletarias y populares oprimidas, y a ellos, va dirigido nuestro escrito.
Tomaremos como ejemplo un artículo aparecido en el portal de internet Bichos de Campo[1].
Allí se mencionan los beneficiarios del famoso “dólar soja”.
Según la CIARA (Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina), la medida decretada por el gobierno, significó una exportación inmediata de 6.000 millones de dólares. Tomando en cuenta la diferencia redondeada entre $ 140 del dólar oficial y $ 200 del dólar soja, multiplicada por la cantidad exportada resulta un costo para el pueblo de $ 360.000.000.000.
Alrededor de esta medida del gobierno, previo, durante y con posterioridad al dictado de la misma, las mencionadas tendencias políticas aprovecharon para señalar como enemigo al “campo”.
Esta treta utilizada profusamente, les sirve para sacar de foco a la agroindustria, las exportadoras de granos, subproductos y aceites y bancos intermediarios, principales beneficiarios primarios, y otras industrias en general, en suma, a una parte importante de la verdadera oligarquía financiera que es el sector monopolista de la burguesía que reúne todo el capital financiero (fusión del capital industrial y bancario) en sus manos y que, por lo tanto, maneja toda la economía de nuestro país y del mundo.
Además de los mencionados genéricamente, entre los beneficiarios que en total suman 52 empresas, se incluyen a YPF, Agrofina, Syngenta, Mirgor (empresa que ensambla acondicionadores de aire, cajas de engranaje para automotores, electrodomésticos, monitores, notebooks, equipos de sonido, teléfonos celulares, entre otros productos) que es controlada por la familia Caputo, pariente de Macri, supuesto enemigo acérrimo de los Fernández y su gobierno.
También fueron beneficiarias Rural Ceres, concesionario oficial de John Deere en Tandil, Tres Arroyos y Necochea; y el grupo Mipe dedicado a la venta de electrodomésticos, artefactos para el hogar, y equipos de audio y video.
En el listado se deslizaron algunos beneficiarios de “favores especiales” como son los casos de Due Fratelli SRL, empresa creada por la familia Mondello y recientemente vendida a Rodrigo Ariel Montes que cuenta con cheques rechazados por un monto de 788 millones de pesos, y una deuda con el Banco Santander que la ubica en el nivel 4 de riesgo (alta insolvencia) frente al Banco Central. También está la empresa HQ Internacional SRL cuyos socios son Fernando Batitochi y María del Carmen Páez, cuya actividad principal es la producción, recolección, tratamiento, reconversión de aceites reciclados y grasas nuevos para la generación, distribución y expendio industrial de combustibles y aditivos ecológicos no contaminantes, dice el artículo citado.
Como vemos, el entrelazamiento entre los capitales y gobierno, así como las múltiples ramas productivas, comerciales y bancarias que entre ellos anudan y enredan, ponen en evidencia una característica central del capital en sí, que se agudiza en la fase imperialista: producir y, sobre todo, de apropiarse de plusvalía generada socialmente, siendo la rama de negocios totalmente secundaria frente a ese objetivo central.
Insistir en calificar a los capitales por rama y no por su volumen, pretender que las contradicciones interimperialistas se limitan a intereses focalizados en ramas de negocios o tipos de mercados (interno o externo) es de una falsedad elocuente que intenta mostrar que hay capitales positivos y negativos.
Que los dueños de los primeros son capaces de encarrilar los timones alocados de la economía y que los segundos son quienes se oponen a tan elevado objetivo humano.
Lo anterior da pie al intento de generar expectativas en sectores políticos de la misma burguesía monopolista enemiga del proletariado y sectores populares oprimidos, que se presentan como impulsores de un supuesto capitalismo “regulado por el Estado” y otros como defensores a ultranza de la “libertad”.
Siendo en verdad que éstas no son más que caretas con las que intentan ganar votos y engañar a la población para, una vez en el gobierno, aplicar las mismas medidas que llevan a la concentración y centralización monopolista generadora de la miseria, superexplotación, y la vida oprobiosa que nos obligan a vivir manteniendo el sistema de producción capitalista.
El enemigo a combatir, sostenedor del modo de producción capitalista que ocasiona todas las penurias de la clase obrera y sectores oprimidos del pueblo, es la burguesía dirigida por la oligarquía financiera o burguesía monopolista sea que se disfrace de capitalista “humanitaria” o de liberal a ultranza.
[1] https://bichosdecampo.com/el-listado-completo-de-las-52-empresas-que-participaron-del-dolar-soja-con-algunos-nombres-que-no-vas-a-poder-creer/