El día martes pasado el INDEC publicó dos datos que son realmente lapidarios para el gobierno, y exponen la verdadera situación de la economía en Argentina.
El primero de ellos es la utilización de la capacidad instalada en la industria, que presenta los mayores niveles, al menos, desde enero del 2016, que es donde comienza la serie estadística. Agosto arrojó un valor de 69,5% de utilización, con importantes crecimientos sectoriales respecto al mes anterior. Por ejemplo, productos alimenticios incremento su utilización un 3,8%, el complejo automotriz un 11,3%. O sea que se reafirma la tendencia: la producción en Argentina está a full. Como ya demostramos en otra ocasión, se trata además de producción predominante para la exportación.[1]
Gráfico 1: Utilización de la capacidad instalada en la industria.
Fuente: INDEC.
Ahora vamos al otro dato, la famosa distribución del ingreso. Allí se divide el Valor Agregado Bruto en sus componentes. En otras palabras ¿Qué parte del valor producido fue destinado a la retribución a trabajadores y que parte fue apropiado como ganancia por parte de las empresas? Y resulta que los datos son contundentes. La burguesía, en tanto capital privado, se apropió del 56,6% del valor agregado bruto[2], mientras que la masa de trabajadores y trabajadoras solo percibió el 41,7%. El dato es bochornoso porque junto con el segundo trimestre del 2021, se trata del nivel de retribución al trabajo asalariado más bajo de los últimos catorce años.[3]
Gráfico 2: Participación del Excedente de Explotación Bruto del sector privado y de la Remuneración al Trabajo Asalariado en el Valor Agregado Bruto. Serie trimestral.
Fuente: INDEC
En el gráfico puede verse con claridad que la apropiación de valor de la burguesía presenta, más allá de sus vaivenes coyunturales, una tendencia alcista. Los picos de participación del excedente de explotación son cada vez más altos.
Pero cómo ¿No estamos creciendo? ¿No es que hay más puestos de trabajo?
Si, efectivamente, hay más puestos de trabajo. Para ser precisos, en cálculo interanual se incorporaron 1.551.000 trabajadores. Esto solo empeora la situación, porque la masa salarial, que cada vez es menor en proporción al PBI, se reparte entre una mayor cantidad de trabajadores ¡O sea que cada vez más trabajadores y trabajadoras nos repartimos una porción de la torta cada vez más chica!
Ni hablar que estas son cifras oficiales, reflejadas en fríos números, susceptibles de ser manipulados para amortiguar un poco el impacto de los resultados. Pero, así y todo, los datos son contundentes: las gigantescas ganancias que está amasando la burguesía en Argentina se asientan sobre la caída del salario, y cada una de las medidas que toma el gobierno solo profundiza ese camino de ajuste.
A los planes de productividad de la burguesía, a la inflación y a los recortes presupuestarios, no se le contesta ni con roscas sindicales, ni con elecciones parlamentarias: se le contesta profundizando la lucha de clases desde cada puesto de trabajo.
[1] Ver, por ejemplo https://prtarg.com.ar/2022/07/01/estamos-saliendo-de-la-crisis/
[2] El Excedente de Explotación Bruto está constituido por la ganancia del capital más el capital constante fijo consumido (depreciación). Dado que el sistema de Cuentas Nacionales no informa los valores de depreciación de capital, para calcular la ganancia neta (Excedente Neto de Explotación) es preciso realizar estimaciones de depreciación que no son objeto de este artículo. Por otro lado, la depreciación de capital fijo es un valor que mantiene cierta regularidad en el tiempo, por lo que no afecta la tendencia aquí presentada.
[3] El INDEC informa la distribución del ingreso desde 2016, sin embargo, existen otras estimaciones que presentan correlatividad, como las de E. Maito o Graña & Kennedy.
Ver: E. Maito (2016) “Distribución del ingreso, rotación del capital y niveles de rentabilidad.” Economía: Teoría y práctica, 169-206.; y J.M. Graña & D. Kennedy (2008) “Salario real, costo laboral y productividad. Argentina 1947-2006”. CEPED.