Una brutal política de saqueo de salarios y condiciones de vida

Pasa que empezó el año con tarifazos y ajustes muy fuertes acompañados del silencio mediático cómplice muy evidente, en un momento en el que la distención por merecidas vacaciones es aprovechada por la burguesía y sus representantes: el peronismo, los K, los pro, los radicales y hasta la izquierda electoral junto a las dirigencias de los movimientos sociales sin dejar de mencionar las cúpulas sindicales para profundizar una brutal política de saqueo de salarios y condiciones de vida. Los porcentajes de aumentos se sienten minuto a minuto. Los bolsillos, la economía básica de las familias trabajadoras, no tienen paz ni sosiego. El consumo básico desciende, la preocupación por el devenir a muy corto plazo se deja sentir agudizando la bronca.

Cuan evidente es la hipocresía de toda esta superestructura de clase parasitaria y explotadora que ostenta en su haber gozar de privilegios e imponernos condiciones oprobiosas y de continuo empobrecimiento favoreciendo a los grandes grupos monopolistas y expresiones como el FMI a costa de la clase obrera y el pueblo. El ejemplo de las corporaciones monopolistas agroindustriales refregándonos en la cara exportaciones por 45.000.000.000 millones de dólares solo por mencionar un caso habla por sí solo (Nota del martes de esta página)

Como respuesta a las demandas salariales y a las conquistas logradas. Como respuesta a las luchas y enfrentamientos encarnados desde abajo, la burguesía implementa estos ajustes y tarifazos silenciosos pretendiendo sostener sus descomunales ganancias. No se anima a anuncios abiertos porque teme, siente el aliento en la nuca. Por ello en función de mostrar una iniciativa política que condicione las demandas en función de mostrar un marco de centralización política que se presente todopoderosa disimulando la crisis intestina que los carcome dibuja disputas palaciegas, contubernios y otras cosas por el estilo mientras reacomodan sus planes.

Ellos vienen por mas, aun a pesar de sus descomunales ganancias. Ese mas por el que vienen y que la lucha de clases entorpece y frena y que dicho sea de paso descansa en un escenario de crisis mundial indisimulable acentúa su desesperación, porque el abajo ya no confía y la clase obrera camina desde un marco de iniciativas que rompen con lo impuesto desde la institucionalidad en la búsqueda de condiciones dignas de trabajo y de vida. Todo ello se releja en lucha y enfrentamiento y es expresión de una situación donde la burguesía no está cómoda.

El 2023 será un escenario más agudo en lo político y en lo económico puesto que las luchas obreras y de los trabajadores en general han puesto premisas de hartazgo y caminan de frente a sus necesidades desde una resistencia activa que se acentúa. Redoblar la apuesta desde un camino independiente y de base que la lucha de clases ha echado andar, pero ahora desde un programa revolucionario es la mejor guía para avanzar en un escenario de unidad de clase y construcción de nuestras organizaciones. Se hace evidente la necesidad impostergable de enfrentar como clase y como pueblo a este poder despótico y dictatorial que es el del capital monopolista para quebrar su dominación.

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