Con los datos de inflación actualizados a diciembre, ya podemos actualizar la evolución salarial durante 2022.
Si bien la estadística de coeficientes salariales elaborados por el INDEC todavía no está disponible (está prevista recién para el 10 de febrero), como ya es habitual en nuestra web, tomamos como referencia tres escalas salariales para elaborar los coeficientes: el valor de la Unidad Retributiva para el Estado Nacional, que usamos como referencia para asalariados públicos; el salario básico de la categoría Oficial para la Rama 17 de la UOM; y el monto del Salario Mínimo, Vital y Móvil (SMVM).[1]
Durante 2022 la inflación estimada por el IPC, que es la que presentan siempre los medios de comunicación, fue del 94,8%. No obstante, el aumento de precios en los bienes que conforman la Canasta Básica –que para el INDEC determina lo que la burguesía denomina índice de pobreza- fue del 100,3%, mientras que para la Canasta Alimentaria –que de la misma manera es utilizada para determinar la llamada línea de indigencia- fue del 100,8%. En otras palabras, se repite la tendencia ya analizada en esta página: los alimentos y bienes de consumo esenciales para el pueblo trabajador, presentan aumentos más elevados que el resto de las mercancías. Por eso, en lugar de medir el salario en función al IPC, lo más correcto es hacerlo en función de la Canasta Básica o la Canasta Alimentaria, dado que son los principales elementos de consumo de las y los asalariados.[2]
Gráfico 1: Poder adquisitivo del salario calculado en función de la Canasta Básica, diciembre 2022=100.
Fuente: elaboración propia en base a INDEC, Unión Personal y UOM.
Con estas consideraciones, el salario del Estado nacional presenta la mayor pérdida anual (-11%), el salario UOM arroja una pequeña mejoría (4%), y el salario mínimo cerró el año perdiendo contra la inflación (-3%), tal como habíamos anticipado cuando el gobierno hiciera su pomposo anuncio en noviembre.[3]
Cabe aclarar que, en este último caso, si el poder adquisitivo se mide con el IPC en lugar de la Canasta Básica, el salario sigue perdiendo frente a la inflación, así que no hay forma de dibujarla.
El problema no termina aquí, puesto que estos ajustes salariales se dan sobre un ingreso de por sí muy deteriorado.[4]
Gráfico 2: Poder adquisitivo del salario calculado en función de la Canasta Básica, diciembre 2016=100.
Fuente: elaboración propia en base a INDEC, Unión Personal y UOM.
El salario real viene en franco descenso. Tocó un mínimo en los meses de enero, febrero y marzo del 2021 y, tras una muy leve “recuperación” hasta noviembre del mismo año, vuelve a descender. La capacidad de compra del oficial de la UOM es del -18% para el período; para el SMVM acumula un -29%; y para el Estado Nacional el -46%.
En dólares la caída salarial ha sido todavía mayor. Tomando la cotización promedio compra/venta del blue brindada por Ámbito Financiero, la caída fue del -52% para UOM, -68% para el Estado nacional y -60% para el SMVM. De esta devaluación del salario, una parte muy importante corresponde al gobierno de Alberto Fernández: -10% es la caída para UOM, -28% para los estatales y -21% para el SMVM.
Gráfico 3: Índice del salario en dólar blue.
Fuente: elaboración propia en base a INDEC, Unión Personal, UOM y Ámbito Financiero.
Al observar en perspectiva queda claro que tanto el gobierno de Macri como el actual de Fernández-Fernández mantienen un mismo plan económico de reducción salarial.
Cuestión que se reafirma cuando el gobierno anuncia un techo paritario del 60%, con una inflación esperada para este 2023 de entre un 80%-85% como poco.
Para los escépticos, la cuenta es fácil: al anualizar la inflación mensual que estamos teniendo (5%), por simple extensión, obtenemos un 80% de inflación. Esto sin contar convulsiones internacionales, disparada del dólar, sequía en el campo, recesión internacional, etc.
Por lo que el pronóstico de los propios medios de la burguesía no parece estar muy inflado, precisamente.
Un «techo» del 60% en las «paritarias» 2023 contra un 80% de inflación ¡Ese es el plan económico!
El resto es puro chamuyo.
[1] Cabe destacar que este índice, en particular para el Estado, se ajusta más a la realidad que el índice elaborado por el INDEC, ya que, a pesar de contar con un profuso relevamiento y ponderaciones, se incluyen actividades de puestos políticos, como, por ejemplo, autoridades de universidades, personal jerárquico del poder judicial, etc.
[2] Esta metodología fue propuesta ya en https://prtarg.com.ar/2021/07/24/canasta-basica-inflacion-y-caida-del-salario/
[3] Ver https://youtu.be/Rb8X3PmMUv8
[4] La diferenciación entre salarios de distinta naturaleza para el sector privado, será analizada en un próximo artículo.