Hay olor a pescado podrido…

Los trabajadores de la actividad pesquera de Puerto Madryn, principalmente de la zafra del calamar, vienen denunciando por estos días una grave situación.

Expresan –además- su enorme preocupación frente al total desmadre del recurso por parte de las empresas que -por supuesto- está relacionado con los negocios de éstas con el Estado monopolista.

Los trabajadores de los barcos poteros (flota para la pesca del calamar) denuncian que a diario se devuelven toneladas de calamar de sobrepesca. Y que además se están capturando crías (que no son comerciales) que -al capturarlos- ya no tienen chances de crecimiento.

Ocurre que en estos momentos hay una enorme cantidad de pesca en la Zona Económica Exclusiva de nuestro país (ZEE). La misma es una parte en el océano sobre la cual el país adyacente tiene jurisdicción. Generalmente incluye aguas que se extienden 200 millas náuticas desde la costa.

Son tan grandes las capturas que se están llevando adelante que a las empresas les es imposible contar con esa capacidad de procesamiento a bordo. Entonces, frente a tal volumen, descartan parte de la pesca al mar, tirándola por las bocas de tormenta de los buques. Está claro que están depredando nuestros recursos poniendo por delante sus intereses comerciales y económicos, como siempre lo hace el capital.

Hay que agregar además que el calamar cumple naturalmente un ciclo desde su nacimiento que lleva entre dos y tres años. Cuando -como en estos momentos- se pesca a mansalva calamares de tamaño pequeño se agrava indudablemente la depredación de la especie,

No sorprende entonces que el Estado burgués pretenda crear un “corredor” dentro de la Zona Económica Exclusiva para que la flota (en su mayoría originaria de China y que hoy faena en el límite por fuera de las 200 millas) pueda entrar a realizar (en aguas calmas) trasbordos, abastecimiento y reparaciones menores. E inclusive en algunos casos cambio de tripulaciones.

Y hasta podríamos decir “anticipándose” a los planes de la burguesía, también se conoció por estos días que -a contramano de lo que denuncian los trabajadores y las críticas de vastos sectores respecto del accionar de la flota de hasta 400 barcos de origen chino que practican la pesca y depredan las poblaciones de calamar- sindicatos portuarios ligados a la CGT, el SUPA, el SOMU y distintos gremios del ámbito petrolero salieron a “exigir” permisos para atender a dichas embarcaciones en distintos puertos de Chubut y Santa Cruz. Proponen prestar servicios de logística para quedarse con una jugosa facturación que, según afirman, hoy se «pierde» a manos del puerto de Montevideo…

Por otro lado, pero relacionado con este mismo tema (y ante la “falta de control” de las autoridades marítimas de nuestro país -o complicidad- como prefiera llamársele), se está realizando, una prueba “piloto” para que los buques guardacostas de la Marina de los EEUU (con su alta tecnología) puedan realizar el control y un supuesto relevamiento de los barcos fuera y dentro de las 200 millas de la ZEE Argentina. A lo que se le suma el relevamiento costero del Atlántico desde el Sur del paralelo 42º.

Hay que estar muy atentos a esto más allá del ocultamiento permanente que se hace de este tipo de situaciones o de las distorsiones que habitualmente publican los grandes medios de desinformación.

Más aún cuando la Convención de las Naciones Unidas sobre Derecho del Mar, dice que: reconoce el derecho de las Naciones ribereñas sobre una Zona Económica Exclusiva de 200 millas de ancho, estableciendo que cuando el Estado ribereño no tenga capacidad para explotar toda la captura permisible, dará accesos a otros Estados al excedente mediante acuerdos u otros arreglos.

Hay antecedentes en Argentina desde la época de la dictadura iniciada en marzo de 1976 y que tuvieron continuidad en los sucesivos gobiernos democráticos burgueses en donde se estuvo a punto del colapso del caladero argentino. Hoy, si analizamos la de crisis del sistema capitalista y sus Estados, a nadie sorprendería que se recurra a nuevos “acuerdos o arreglos” que faciliten las ganancias del capital monopolista.

Debemos seguir de cerca estos acontecimientos apoyándonos en la voz de nuestra clase en la actividad pesquera, portuaria y procesadora de pesca, ya que es muy probable que suba aún más la temperatura de la lucha de clases y a nadie sorprendería que aparezcan nuevos conflictos entre las partes: el capital y el trabajo.

Compartí este artículo