Jujuy: un pueblo que ha clavado una estaca por su dignidad


Mientras el gobierno de Morales despejaba la Ruta 66 (poco antes de Perico) contando con la «vista gorda » del gobierno nacional, el reagrupamiento de fuerzas populares no se ha tomado descanso.

Es emblemática la presencia de los gauchos a la vera de la ruta y decididos a pelear en favor de los reclamos políticos que hoy por hoy se centran contra la reforma constitucional.

A la Ruta 66 se le suma todo un pueblo que hasta el momento de la represión aún no estaba presente.

Un hecho trascendente es el apoyo activo, movilizado de los veteranos de guerra y soldados continentales de la gesta de Malvinas. Su pronunciamiento es autoconvocado y plantea la lucha en la defensa de la soberanía junto a los docentes y el pueblo todo.

No es menor que se continúa con el plan de lucha docente (SEOM): 48 horas de paro responden a un estado de ánimo de mucha bronca. La consigna ¡Abajo la reforma, arriba los salarios! sigue sintetizando un camino de lucha que va adoptando diferentes instancias de enfrentamiento y acumulación.

El domingo pasado los pueblos originarios documentan por las redes sociales la entrega de los policías infiltrados que fueron detectados en los cortes de ruta.

El lunes, en Abra Pampa, se tomaron todos los colegios secundarios por iniciativa de las y los alumnos donde las familias también apoyaron. Ese mismo lunes, las comunidades indígenas se han pronunciado contra la reforma y la feroz represión al pueblo.

En definitiva, la llama de la lucha sigue encendida mientras los medios de comunicación del sistema han tendido un nuevo y vergonzante silencio.

Detrás de la escena que quiere imponer el verdadero poder hay un pueblo que ha clavado una estaca por su dignidad.

El malestar se ha pronunciado y los caminos de unidad están probando las «armas» de la autoconvocatoria y la democracia directa.

Las recientes elecciones han quedado muy atrás. Muchas cosas «hemos entendido y asimilado» de los políticos de turno. Nos pronunciamos con un reclamo político y a la vez estamos en las antípodas de los «representantes» del sistema, que quieren dividir al pueblo por disputas electorales y de intereses económicos.

Por estas horas ese pensamiento recorre Jujuy en las rutas cortadas y en la unidad autoconvocada que se está desplegando. Estas manifestaciones unitarias son las que están profundizando la crisis política de alcance nacional.

Ya han entrado en juego en forma directa y desembozada los monopolios, que necesitan producir y trasladar sus productos, y parecería ser que la represión ha llevado más confusión en las trincheras del poder.

Todo está en crisis. Y es este mismo pueblo jujeño el que está dando las señalas de cómo continuar la lucha a nivel nacional, a sabiendas que la lucha de clases ha adelantado los tiempos políticos del futuro gobierno que ejercerá sus primeras semanas con condicionamientos gestados en el abajo salteño, jujeño, y de fuertes pronunciamientos de lucha y unidad en la clase obrera y el pueblo en todo el país.

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