Soledad Acuña y la educación como «botín»


La ministra de educación de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Soledad Acuña, es quien más avanzó sobre los derechos de las y los trabajadores de la educación el año pasado. Y al amparo de los sindicatos encabezó la reforma del estatuto docente. Bajo la excusa de reformarlo por la implementación de la NES (Nueva Escuela Secundaria) modificó artículos de licencias avasallando los derechos laborales en la educación. Realizó una fuerte campaña de desprestigio de la educación mientras los sindicatos continuaban con sus quejas testimoniales.

Intentó hacernos trabajar los sábados, contra lo que establece nuestro estatuto, para realizar el EMI (Espacio para la Mejora Institucional), pero esa lucha se la ganamos, le dijimos NO, por decisión y unidad de la docencia.

Las EMI siempre se realizaron durante la semana, en un espacio asambleario donde veíamos las problemáticas de la institución, de la comunidad educativa, edilicias, y aun como llevar a cabo las arbitrarias e impracticables reglamentaciones que envía el ministerio de educación de la ciudad.  Y ese día era asueto para alumnos y alumnas. Luego del fracaso de imponernos los sábados, decidió que las EMI se realicen en horario laboral sin asueto para estudiantes y con los docentes que se encuentren en la escuela ese día, desarticulando cualquier posibilidad de que busquemos resolver las distintas problemáticas que se suscitan. (Medida que solo suma en hacer parecer a la educación un “servicio” deficiente y desprestigiarla, y así poder avanzar en la profundización de la privatización).

La ministra también es parte de la asociación ilícita del gobierno que están destruyendo cada vez más nuestra obra social, en donde pedir un turno es casi una odisea, y si se consigue, llegar al día y que el prestador siga dando el servicio sería una grata sorpresa recibida con una suspiro de satisfacción. Donde un hospital que se dedica a atendernos, casualmente nunca les funciona los medios tecnológicos para turnos, y así se podría enumerar mucha más desidia del gobierno en nuestra salud.

Desde que asumió, el salario en la educación sigue caminando detrás de una inflación galopante. Como dijera un compañero: “Lo único que le gana a la inflación es la coima a los sindicatos”.

Y ahora, como despedida, junto a su habitual campaña de desprestigio hacia la educación y en especial a la docencia, 72 hs. antes y unilateralmente, cambia la agenda educativa en perjuicio de nuestros derechos laborales. Como lo hizo con el intento de los sábados, inventa una EMI (las cuales ella misma desarticuló) y quiere que vayamos a trabajar el 21 de septiembre que siempre fue asueto, por festejarse el día del Estudiante.

Medida ampliamente rechazada, que nuevamente le decimos NO, porque atenta directamente contra nuestros derechos laborales, así como las reformas al estatuto del año pasado, la intentona de los sábados, el desmantelamiento de nuestra obra social, etc.

Los sindicatos, hasta ahora, ni testimoniales, tienen bien presente el desprestigio y desprecio que reciben. Ya no se los ve ni como herramienta de legalidad burguesa.
Algo extraño es que para alguien que está hace 10 años en un cargo, como la ministra, jamás pisó una escuela como trabajadora, mucha verborragia descalificadora al hablar, mucha acción contra nuestros derechos y poca idoneidad para trabajar.

Durante 10 años fuimos su botín político. Hoy a poco de irse intenta dejar una imagen de disciplinamiento para quien asuma en el ministerio tenga que mantener su vara de explotación laboral.

Con lo que la burguesía no cuenta es que quienes somos los verdaderos protagonistas de la educación comenzamos a decirles basta. A la burguesía y a los sindicatos que diariamente nos traicionan con cada medida del gobierno o en cada silencio cómplice.

Compartí este artículo