Por estos días se está dando un conflicto en el sur del país que no sale en los medios que están ocupados ahora despelucando a Milei y adornando a Massa. La situación es que los estibadores del puerto de Puerto Deseado, Santa Cruz, vienen acumulando reclamos desde hace tiempo y saben que para lograr sus reclamos no tienen otra opción más que profundizar las medidas de lucha porque existe una memoria como clase y las acciones que toman hoy son producto de la experiencia adquirida en un camino y proceso de años. Por mencionar lo más reciente, estos trabajadores portuarios en abril de este año se instalaron en las puertas del Municipio exigiendo continuidad en la llegada de buques para carga y descarga y que se realice en tierra el procesamiento de la captura y se les dé a ellos ese empleo para cubrir las épocas fuera de temporada de pesca. Por aquel entonces lograron que les dieran un monto aproximado de 100mil pesos por mes para los meses que no tienen trabajo pero todos sabemos que con eso no se vive ni 15 días.
Así que como siempre, las empresas siguen priorizando sus intereses y hacen lo que es mejor para sus ganancias, esta semana la estiba de Puerto Deseado ha estado nuevamente en el centro de la escena política local encabezando un reclamo contra Pesquera Deseado, entre otras empresas pesqueras, de las cuales esperan el pago de jornales caídos por haber lleva do gran parte de sus capturas de langostino para la descarga a Puerto Madryn y no al puerto deseadense. Debido a esta situación los trabajadores decidieron en asamblea no «entrega r mano» para subir los más de 100 containers con producción ya vendida al buque portacontenedor As Si/je de la multinacional naviera Maersk, que esperaba esta carga, amarrado en puerto, para completar su recorrido Montevideo-Puerto Deseado.
Los trabajadores explicaron en medios loca les que hubo una asamblea donde referentes del sindicato ofrecían que se cargaran los contenedores a cambio de que la empresa construyera un tinglado para una cancha, pero los estibadores no aceptaron este ridículo ofrecimiento y se mantuvieron en su reclamo de la compensación por la producción deacargada en Madryn. «El sindicato nos engañó, nos dijo que las empresas se comprometían a pagar los jornales caídos y ahora nos salen con un tinglado, nosotros queremos la «biyuya» nada más y que se reviente todo», afirmaron. Así como esta, debe haber miles de luchas que no salen en los grandes medios de «comunicación» pero que están y van marcando el camino de por donde es: en asamblea, pasándole por encima a los sindicatos traidores, profundizando las medidas de lucha hasta que nos den lo que nos corresponde, lo que es nuestro.