Este 24 de enero la clase obrera y el pueblo se expresaron en el plano político.
Las dirigencias sindicales y políticas estuvieron muy lejos del protagonismo que pretendían.
El pueblo en las calles del país hizo caso omiso a la grieta y a la disputa interburguesa. La movilización ha sido un hecho histórico y no estaríamos muy alejados de la realidad al caracterizar este momento como de inflexión en la lucha de clases.
Cientos y cientos de miles se manifestaron en contra del plan de gobierno en todo el país. La calle ha sido ganada y la predisposición reinante hace sentir que la resistencia se irá fortaleciendo día a día.
Las calles fueron pobladas por manifestantes y en esas expresiones se pudo constatar la innumerable cantidad de grupos de trabajadores organizados por fuera de sus dirigencias burocráticas. Todo el descontento popular estuvo expresado y abarcó a diversos sectores de la sociedad.
Multitudes que no fueron acalladas por las amenazas de represión o por “protocolos” disparatados.
El plan de gobierno ha quedado herido por esta histórica jornada y por lo que viene de la disposición a dar continuidad a la lucha percibida en estas horas.
Nuestro partido estuvo presente y seguirá en el camino de sumar fuerzas políticas para derrotar el plan de gobierno, a sabiendas que el camino es que la movilización masiva vaya ocupando el verdadero escenario del enfrentamiento entre las clases fundamentales.
Mañana, el día después, nos exige profundizar ya no solo la movilización política permanente por los derechos políticos y económicos. En simultáneo hacer valer la jornada de hoy para avanzar en las referencias políticas que exigen más y más organización por abajo..
En nuestra memoria quedará que esta huelga nació desde “el pie” como diría un poeta popular. Y en ello deberemos fundamentar el promisorio futuro de cambios que ya percibimos en el abajo.
Hay mucho por hacer. Pero lo que se hizo hoy hay que llevarlo al debate mañana mismo en cada sector de trabajo. Que se discutan los nuevos pasos a seguir para sostener esta llama que se ha encendido en otro escalón.
Lo de hoy implica en sí mismo un paso importante en el proceso de lucha de clases. Pero a la vez exige de los revolucionarios levantar la mirada para que esta acumulación política se traduzca en más fuerza política independiente.
El apoyo de la clase obrera internacional a esta huelga no es de subestimar, en un contexto mundial donde la clase continúa su batallar en sus propios países.
Este 24 de enero ha sido un aporte también en ese plano, cuando la burguesía monopolista atraviesa una crisis política estructural y no puede lograr una centralización política capaz de imponer planes como los del actual gobierno en nuestro país.