Un 25 de mayo hace 59 años, se fundaba el Partido Revolucionario de los Trabajadores.
Mucho se puede escribir de la rica experiencia partidaria y los aportes que la misma dejó para la lucha de clases en nuestro país.
Pero hoy, ante las circunstancias y desafíos que se nos presentan, queremos resaltar dos aspectos que resultaron esenciales para la dirección histórica de nuestro Partido, con Mario Roberto Santucho al frente.
Nos referimos a dos objetivos muy precisos que la misma llevo a cabo: la necesidad de construir un partido de la clase obrera como condición para la lucha por el poder y la revolución socialista; y que ese partido debía ser construido por los propios obreros y obreras que se fueran incorporando a sus filas, sin el menor atisbo de subestimación de esas fuerzas obreras respecto a que las mismas debían ser la dirección política de la revolución en la Argentina.
Esas convicciones fueron llevadas a la práctica concreta.
Impulsando la construcción de la organización, principalmente, hacia la gran industria
Llevando al seno de la clase revolucionaria las ideas del marxismo leninismo para que esas ideas penetraran se enraizaran en las vanguardias de dicha clase
Incorporando al seno de la organización a obreras y obreros de las más diversas extracciones y experiencias, como método esencial para construir un partido robusto y firme que estuviera en condiciones de llevar adelante su cometido histórico.
Formando a esas obreras y obreros con las ideas del comunismo, del socialismo científico, a la vez que se impulsaba una lucha intransigente contra el enemigo de clase por la defensa y la conquista de sus derechos y reivindicaciones.
Presentando una abierta batalla política e ideológica contra cualquier desviación reformista o populista que alimentara cualquier proyecto de conciliación de clases o de reformas al sistema capitalista.
Promoviendo permanentemente a las tareas de dirección, con una mirada estratégica, a las mujeres y hombres provenientes del proletariado, como forma de dotar al partido de una organización en la que se expresara la experiencia de esas fuerzas en la producción y, de ese modo, formar cuadros revolucionarios en condiciones de dirigir el proceso de construcción de la nueva sociedad.
Teniendo siempre el objetivo de que un partido de la clase obrera debe tener una composición orgánica que responda a esa premisa de forma material en todos los niveles de la organización.
Destacamos este legado, entre tantos más que se pudieran nombrar y que siguen siendo de absoluta necesidad, para reafirmar nuestras tareas principales en la actual situación de la lucha de clases.
Porque para avanzar en el proceso revolucionario en nuestro país es indispensable construir y fortalecer el partido de la revolución, el PRT, y llevar hasta lo más profundo de la clase obrera y demás sectores proletarios las ideas de la revolución, las tácticas políticas y organizativas que aporten a que la misma pueda recomponer sus fuerzas con una perspectiva estratégica de lucha por el poder que la encuentre como la dirección política del pueblo explotado y oprimido, para hacer posible una alternativa revolucionaria que venga a cuestionar y enfrentar abiertamente la dominación de la burguesía.
En ese camino de construcción tenemos la plena confianza y disposición a sumar a todo obrero y obrera, todo hijo o hija del pueblo laborioso, que se disponga a esa tarea histórica. Porque estamos convencidos que esa es la forma efectiva de incidir y materializar la organización de la lucha de clases en la Argentina.
Cualquier otro atajo que se intente no es más que eso: un intento por llevar a cabo variantes, supuestamente más cortas, que dejan de lado la necesidad del partido revolucionario y el papel que la clase obrera debe cumplir en la revolución.
Variantes que, en definitiva, buscan imposibilitar o impedir la lucha por derrotar a la burguesía y destruir su Estado para construir las bases de la sociedad socialista, y por ende, nada tienen que ver con la revolución y con la historia de nuestro Partido.
Ratificando ese compromiso revolucionario, hacemos nuestras las palabras de Lenin. “Es preciso soñar, pero con la condición de creer en nuestros sueños. De examinar con atención la vida real, de confrontar nuestra observación con nuestros sueños, y de realizar escrupulosamente nuestra fantasía”.
Celebramos con nuestra militancia, simpatizantes, amigos, amigas, colaboradores y colaboradoras, este nuevo aniversario del PRT. Convencidos que creemos en nuestros sueños y que estamos realizando escrupulosamente nuestra fantasía.