Como viene ocurriendo con medidas similares durante este último tiempo, el paro de transporte realizado en el día de hoy, refleja una situación no querida ni por quienes lo han convocado.
¿Qué queremos decir con esto? Que más allá de que la medida en sí tiene toda la impronta de la burocracia (parando apenas 3 horas “para ver si los escuchan”), el paro realizado hoy revela que por abajo hay un mar de fondo insostenible para la burguesía.
Trascendió que en varios lugares de trabajo se realizaron asambleas, en donde choferes y trabajadores del transporte manifestaron su decisión de profundizar las medidas de fuerza, reclamando “un paro de verdad”, desnudando a todo el arco sindical que impulsa medidas como las de hoy que no le hacen ni cosquillas a los verdaderos responsables de la calamitosa situación que padecemos, y terminan empeorando el día de otros miles y miles de trabajadores.
Es mucha la bronca que hay por abajo y el gobierno de los monopolios se muestra “irreductible”. El mismo está acorralado y cocinado en su propia salsa, mientras crece la confrontación de clases; se impulsan medidas de toda índole para conquistar bonos antes de fin de año, aumentos, y contra el impuesto al salario, mal llamado “impuesto a las ganancias”.
El problema de la plata es determinante para toda la clase obrera y los trabajadores en general. Los precios de todo no paran de subir y nuestros ingresos se deshacen.
Un muy amplio espectro de trabajadores experimenta hoy que la lucha y la unidad que se está tejiendo por abajo frente a los atropellos del poder, son totalmente ajenas a las maniobras de todos estos jerarcas sindicales (gerentes de los monopolios) que están totalmente desprestigiados.
Es evidente que lo que vienen intentando es “ponerse al frente” de alguna manera, porque en realidad saben (y sienten) que los trabajadores no les daremos tregua y que conocemos perfectamente a todos los responsables y cómplices de la actual situación.
En cada lugar de trabajo, el malestar es tremendo. El destrozo galopante de nuestros salarios es el debate y la preocupación permanente de las masas trabajadoras, que ven cómo su esfuerzo cotidiano es pisoteado en pos de los intereses y las ganancias de una minoría expoliadora y explotadora.
Aúnan esfuerzos por tratar de quitarle el protagonismo a las masas obreras e institucionalizar algún tipo de “alternativa” bajo la tutela de la “vieja” o la “nueva” burocracia gremial, que intenta imponerse por sobre las mayorías.
Hagamos pesar desde abajo, la asamblea, contra eso no hay con qué darle. La santa alianza empresas, gobierno y sindicatos esto lo saben y lo sienten, aunque no digan una sola palabra en público.
Las batallas cotidianas existen. Tengamos plena confianza y seguridad de lo que hemos encarado, en lucha por nuestra dignidad. Persistamos tenazmente, generalicemos el estado asambleario en cada lugar de trabajo de la forma en que se pueda, hagamos pesar en lo concreto, el poder de las mayorías para cada enfrentamiento.