La huelga de los trabajadores del transporte del Metro en Londres apuntala una vez más que la lucha de la clase obrera, va en avance y condiciona todo intento desde la burguesía por ampliar el régimen de explotación y la reducción salarial en Inglaterra.
El intento del grupo monopolista Transport for London, de extender el servicio de metro las 24 horas a partir de setiembre, disfrazándolo de una mejoría para los negocios turísticos; implica además de los recortes financieros, la reducción de 950 puestos de trabajo y la reducción salarial. Todo esto fue el detonante de un prolongado proceso de lucha que tiene en su haber el incumplimiento de los acuerdos salariales por parte de la empresa que regentea el negocio del metro por bajo tierra y por arriba.
«Es un intento de imponer por la fuerza nuevas pautas de trabajo” dicen los trabajadores “que incluyen la destrucción de nuestras relaciones familiares y quemar (sobrecargar) a empleados en sus puestos.
La huelga comenzó el martes y concluyo el jueves por la noche. Si bien año tras año se han venido dando infinidad de paros y conflictos en el transporte, la de esta semana es la primera gran huelga en 13 años donde los 20.000 trabajadores de las 11 líneas de transporte urbanas y suburbanas de Londres se unificaron para oponerse rotundamente a estas pretensiones de las patronales. Que además de lo mencionado arriba incluyen un burlesco aumento salarial del 2% y a modo de soborno, un adicional de 2000 libras para aquellos que trabajen en los turnos nocturnos, que según los trabajadores no alcanzan para nada.
El rotundo repudio a esta última propuesta y la decisión del paro de 48 horas que se extendió más días y tuvo alto acatamiento, obligó a las patronales a levantarse de la mesa de negociación. Pero cuando se resolvió en las asambleas de obreros realizar la semana próxima otra medida de estas características, con el agravante para ellos que la incorporación de más sectores obreros es casi un hecho, la alarma sonó con más firmeza en las alturas del poder agravando la crisis política.
Los fundamentos de un ampliación a mas sectores de la clase obrera están signados por la huelga de trabajadores ferroviarios también en el marco de las demandas de aumentos salariales, que abarcan las regiones del sur y del oeste de Inglaterra, y que coincidió también en esta semana con la de los trabajadores del metro. Es decir, que el peso de los obreros en la lucha de clases tiene para el poder un sabor amargo.
La papa esta tan caliente y los altos rangos políticos del Estado son tan impotentes para resolverla y a la vez tan entregados de pies y manos a la oligarquía financiera, que se ha llamado a una empresa privada encargada de servicios de arbitrajes llamada Acas para tratar solucionar la disputa y poder evitar las venideras huelgas, cosa que parece a esta altura difícil de evitar.
En el marco de una agudización de la crisis mundial del sistema capitalista, la lucha de la clase obrera y los pueblos por sus condiciones dignas de vida tienen la iniciativa, y crean y profundizan con su firmeza la debilidad del enemigo, al romper el equilibrio que “las negociaciones” impulsadas por ellos intentar generar. La burguesía propone, la lucha de clases dispone.