Hoy se cumple el 53° aniversario de nuestro Partido, y viendo la actual situación de la lucha de clases, la resultante de este cúmulo de años de existencia impone valorar un proyecto que -nacido de la clase obrera- sustentó la idea central de la lucha por el poder.
Por el presente y el transitar hacia el futuro, nuestro destacamento ha valorado en toda su existencia la independencia política de clase, lo que nos ha permitido sortear -no sin complejidades- “las trampas” de la burguesía, tramposa y parasitaria.
Hoy, el PRT profundiza lo actuado en décadas, subordina a la estrategia de poder las tácticas y las políticas para cada momento histórico. Contamos para ello con la experiencia que anida en nuestro pueblo, con militantes que -formados y fogueados en nuestras filas- trabajan entre las masas con esa característica propia de nuestra formación revolucionaria, que trascendió en mucho la fronteras de nuestra organización.
Todo esto incide favorablemente en el desafío de ir imponiendo el proyecto de poder en manos de los protagonistas fundamentales del proceso revolucionario: la clase obrera y el pueblo.
Hoy se trata de trabajar en profundidad y amplitud, privilegiar la unidad política de todo el pueblo bajo la idea central de la lucha por el poder e imponer en cada enfrentamiento que se presente, la Democracia Directa, en oposición antagónica a la Democracia Burguesa, representativa, que delega en unos pocos los destinos de la gran mayoría explotada y oprimida.
Es una tarea grande y compleja, pero allí radica el peso de nuestra historia, de llevar adelante la acción independiente de los revolucionarios. Muy lejos de “ las luces de colores” que ofrece el parlamentarismo y sus metodologías que -en todos los terrenos- intenta imponer la clase dominante.
Se está amasando la historia liberadora… y en ella deberemos sostenernos junto a otros destacamentos que abrazan una estrategia de poder. En simultáneo (y que son expresión de lo nuevo) está la aparición de fuerzas independientes en todos los planos, por fuera del sistema instituido.
Cientos y cientos de organizaciones que luchan por más libertades políticas, nuevas camadas de delegados y comisiones internas que van imponiendo de hecho la democracia directa en sus más variadas experiencias y expresiones. Barrios, centros de trabajo, de salud, de educación, que se mueven en el abajo y en la misma dirección.
En fin, sabemos como pueblo y a grandes trazos lo que no queremos, pero a la vez se ha comenzado a deliberar sobre lo que queremos. Es un salto importante en la lucha de las clases y es el momento de fortalecer el pensamiento político y revolucionario para no quedar atrapado en un sistema que -en las peores circunstancias de sus crisis políticas- no pierde de vista la cuestión del poder burgués; y de cómo en ello embreta electoralmente las bravuconadas parlamentarias para detener el espíritu de lucha de nuestro pueblo en las barricadas.
Nuestros fundadores crearon los basamentos fundamentales que nos han permitido sostenernos en los peores momentos de la historia política de nuestro país, y cuando aún en insuficiente la acumulación de fuerzas, hemos logrado engranar en la actual historia, la inmediata, la que requiere de política independiente.
Llamamos a fortalecer la unidad desde abajo e ir avanzando en el proyecto de poder que se corresponde con el protagonismo político de nuestra clase obrera y nuestro pueblo.
Sobre esa base política e ideológica, abrazadora del Marxismo Leninismo, recordamos a todos nuestros compañeros que supieron influir en un pensamiento revolucionario a lo largo de décadas. Nombrar a Santucho es nombrar a todos los que iniciaron un camino que nunca se detuvo hacia la revolución socialista.