En el contexto del feroz ajuste que se implementa a nivel nacional y que se refleja en el presupuesto que obtuvo media sanción en el Parlamento, los recortes en educación pública, a tono con los planes del gobierno, se hacen sentir en todos los distritos y en todos los niveles.
La Ciudad de Buenos Aires no es una excepción, a pesar de contar con enormes recursos económicos. De este modo, y como ya hemos señalado en notas anteriores, la Secundaria del Futuro y el proyecto Unicaba se constituyen en claros ejemplos de las intenciones de un gobierno que administra los recursos del pueblo para ponerlos al servicio de los negocios privados.
En este sentido, queremos referirnos a la situación que en este momento atraviesan varios Institutos de Formación Técnica Superior en la ciudad. Los Institutos mencionados brindan un enorme servicio a la comunidad en términos de oferta educativa. Sus egresados poseen un título Técnico Superior relacionado con diversos ámbitos del conocimiento técnico y de directa aplicación práctica en el mercado laboral; así, por ejemplo, las tecnicaturas en Sistemas, Administración de Empresas, Relaciones del Trabajo, Ceremonial y Protocolo, Higiene, Comercio exterior, entre tantas otras, forman parte de esa oferta y constituyen en sí mismas una identidad propia, la de la Formación Técnica Superior.
Sin embargo, y a pesar de las palabras vacías de los funcionarios que se llenan la boca hablando de la importancia de la educación pública en la Ciudad, las autoridades del Ministerio de Educación avanzan en un proyecto de “traslado” y “desactivación” de las carreras de cinco Institutos (los número 4, 9, 16, 22 y 29). Lo cual, en términos reales, se trata de un cierre encubierto.
Las justificaciones de los funcionarios no resisten el menor análisis: sólo responden a la lógica del ajuste en educación. Sostienen, por ejemplo, que lo que intentan hacer es “concentrar la oferta” educativa en aquellos terciarios que funcionan “de manera más activa” o “en mejor relación con el aparato productivo”. Así, y sólo para tomar un ejemplo, se proponen trasladar la carrera de Administración de Empresas que se dicta en el IFTS N°9, barrio de Monserrat, Comuna 1 de CABA, al barrio de Caballito, a otro terciario que dicta la misma carrera. De este modo, lejos de mejorar la condición de la oferta educativa, lo que se hace en términos reales es disminuir esa oferta, ya que los actuales y futuros posibles estudiantes que viven en la zona o trabajan en el centro de la Ciudad pierden la posibilidad de estudiar en un Instituto público, gratuito y de calidad. Paradojas de la situación, en la zona mencionada llueven las ofertas de los institutos privados. ¿Somos mal pensados si consideramos que lo que está en juego es una transferencia de matrícula al sector privado?
Otro punto clave relacionado con este cierre encubierto de los mencionados cinco Institutos es el de los puestos de trabajo del personal docente. Las autoridades del Ministerio repiten en todos los terciarios a los que concurren para explicar la medida, que los mismos están plenamente garantizados. Sin embargo, sobran argumentos para sostener lo contrario. Los docentes suplentes e interinos están en enorme riesgo. El hecho es que no hay garantía alguna de que la demanda de inscripción se traslade mágicamente a los centros educativos elegidos para absorber a los que cierran. Con lo cual, muchos profesores y cargos sobran.
En suma, y como ya señalamos, la Ciudad no se diferencia en nada de lo que ocurre a nivel nacional. Los recortes en salud, educación, obra pública, así lo demuestran.
Lo que sí aumenta notablemente, es la partida presupuestaria destinada al pago de los intereses de la deuda, en sintonía con los dictámenes de quienes realmente dirigen los destinos del país, es decir, los organismos internacionales de crédito y los grupos concentrados de la economía.
Ahora bien, el embate del gobierno es firmemente resistido por la comunidad educativa. Y esto resulta de enorme interés para nosotros. Los estudiantes, algunos nucleados en sus centros de estudiantes, los docentes, los vecinos, se organizan para luchar y sostener la permanencia de los terciarios en sus lugares y le dicen NO AL TRASLADO, DESACTIVACIÓN Y/O CIERRE DE LOS INSTITUTOS.
La organización va en aumento. La comunidad educativa de cada terciario va organizando acciones de defensa. Volanteadas, juntada de firmas, notas dirigidas a las autoridades y a los medios entre otras acciones acordadas. Las asambleas autoconvocadas se suceden. En las mismas, se respira un ambiente de solidaridad de clase, se proponen diferentes posiciones y se votan en el marco de un saludable ejercicio de la democracia directa.
El pasado sábado 27 de octubre, se llevó a cabo la primera asamblea general autoconvocada en la historia de los terciarios técnicos de la Ciudad, adquiriendo características masivas, en la cual varios estudiantes, docentes y algunos vecinos tomaron la palabra, se propusieron medidas que fueron votadas y se tomaron resoluciones.
Entre ellas, se resolvió convocar a una concentración en la Legislatura para este martes 30, y se acordó que el próximo sábado a las 16, 30 se realizará la próxima asamblea general de los IFTS.
Estas manifestaciones populares nos enseñan que la masividad y la unidad se constituyen en herramientas clave para enfrentar los planes de la clase dominante. Por ello, saludamos la enorme iniciativa de esta comunidad que decide enfrentar, desde su propia organización, el ajuste y el recorte en educación pública.