Destapada la olla de las vacunas, la burguesía juega sus cartas

No sorprende a nadie que el gobierno nacional (como los provinciales y municipales) repartan las vacunas primero a su tropa y luego al resto de los mortales. En un sistema que funciona y se mantiene gracias al privilegio de unos pocos que se apropian del fruto del trabajo de millones, sorprenderse por esto sería esperar lecciones de ética y moral de quienes nunca la tuvieron. Y esto vale para oficialismo y oposición que hoy se tiran con denuncias por la cabeza cuando en realidad son todos parte de ese funcionamiento, tanto sea con las vacunas como con todo lo que tenga que ver con el manejo de la “cosa pública”. Ya se conoció que en Jujuy, gobernada por la oposición, también hubo reparto discrecional así como en otros distritos gobernados por oficialistas, semi oficialistas/opositores, o como se los quiera encuadrar.

Que esta sea una muestra más del desprecio por el pueblo, que se sabe aun cuando no hubiera estallado el escándalo, no le quita gravedad al asunto; el costo político que paga toda la dirigencia de los monopolios suma a la cotidianeidad de hechos de corrupción a los que estamos acostumbrados y se acrecienta así el descreimiento a todo lo que pasa y viene de los de arriba.

A partir de lo sucedido con las vacunas, una iniciativa que impulsaba la burguesía monopolista se vio directamente afectada. La cúpula de la UIA (Unión Industrial Argentina) tenía pedida una audiencia con el ministro renunciado, Ginés González García, para lograr que las empresas vacunen a sus empleados de más de 60 años, con el fin de que los mismos vuelvan a trabajar; y, además, que se eleve la edad de las licencias de 60 a 65 años. En el medio del destape, esa audiencia se ha postergado y ahora se la pedirán a  la nueva ministra.

http://(https://www.lanacion.com.ar/economia/las-vacunas-listas-vip-captan-atencion-empresarios-nid2611209

Las demandas de la burguesía son un ultimátum. Si no hay vacunas, habrá que despedir. Esto, al mismo tiempo que las empresas han “resuelto” esta situación de contar con una dotación menor aplicando la flexibilización laboral en cada puesto de trabajo para aumentar los ritmos de producción y producir lo mismo, o más, con menos gente. Pero el hecho de tener empleados que no concurren a trabajar, a los que se les sigue pagando el salario, es un costo que atenta contra dicha flexibilización impuesta. Lo que los monopolios necesitan es esa dotación trabajando a tiempo completo para aumentar la plusvalía y, al mismo tiempo, seguir flexibilizando la fuerza laboral.

El “dilema”, queda claro, no pasa por tener que despedir ni mucho menos por una preocupación humanitaria, sino por cómo los monopolios afrontan la crisis de superproducción capitalista achicando cada vez más los costos productivos. Allí está entonces el interés porque las vacunas lleguen directamente a las empresas (dicho sea de paso vacunas que compra el Estado, es decir que paga el pueblo trabajador).

Como vemos, mientras se alimenta el escándalo, los verdaderos intereses clasistas pasan siempre por la decisión de la burguesía monopolista de afrontar su crisis a costa de los trabajadores. Ese es el verdadero marco político en el que se desenvuelve la actual etapa de la lucha de clases y perderlo de vista, sea en este tema o en cualquier conflicto que se presente por delante, es permitir que el enemigo de clase juegue con ventaja estratégica. Porque así como ellos tienen una claridad meridiana sobre cómo afrontar la situación, los trabajadores también debemos tenerla pues de lo contrario salimos a la lucha sin manejar toda la situación y, por lo tanto, encerrando los conflictos en un marco económico como a la burguesía le conviene.

Cada cuestión que se pone en discusión, hasta la que parece más intrascendente, está atravesada por esta realidad material en la que la burguesía monopolista juega con cartas marcadas y con todos los reglamentos a su favor.

Enfrentar esta situación requiere que las vanguardias obreras no sólo conozcan y analicen la realidad con un enfoque clasista y un encuadre político independiente de los análisis de la burguesía sino, y cuestión fundamental, que esta visión se haga conocer, se explique y se debata con el conjunto de la masas trabajadoras en el camino de levar el enfrentamiento clasista.

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