No a la militarización del Wallmapu y la cooperación argentina con el Estado chileno

En Chile se vive una nueva escalada de violencia política muy grave, que en Argentina es ocultada por los grandes medios de comunicación, y por los no tan grandes también…

El 13 de octubre el Presidente Sebastián Piñera anunció el estado de excepción en la denominada Macrozona sur. Esta sección se trata del Wallmapu, que es la denominación originaria dada por el pueblo Mapuche. La medida fue tomada por decreto y prorrogada hasta el 11 de noviembre. Para una nueva prórroga deberá contar con el apoyo del Congreso.

El estado de excepción comprende la anulación de derechos constitucionales y total militarización de la zona, la cual está siendo intervenida por más de 2.000 efectivos de las FFAA que se suman a las fuerzas represivas locales. La militarización, o mejor dicho, el reforzamiento de la misma, se da en un contexto de agudización de la lucha de clases, donde distintas organizaciones políticas y de masas vienen desarrollando actividades de sabotaje a los grandes capitales que desarrollan negocios en la región. Estamos hablando de empresas forestales como los grupos Arauco o Matte, proyectos energéticos como la Hidroeléctrica El Rincón y diferentes actos de sabotaje a grandes productores agropecuarios sobre zonas reclamadas por los mapuches.

Es necesario ubicar estos acontecimientos en el marco de la crisis política mundial, que es descargada sobre los pueblos maximizando los beneficios de los grandes capitales, y en particular de la crisis política que viene atravesando la burguesía en Chile desde la Revuelta de Octubre en 2019. Cabe destacar que estamos a tan solo unos días de las elecciones presidenciales (21 de noviembre) y a unos pocos meses del cambio de mando (marzo del 2022), en un contexto donde si bien la lucha de clases en Chile ya no es la misma desde la Revuelta, lo cierto es que mediante el engaño de la Asamblea Constituyente y la unidad de todo el reformismo para darle una salida institucional a la crisis, han logrado contener la lucha de clases. La pandemia también jugó su papel en contener objetivamente la lucha de calles.

Aprovechando esta situación se lanza la represión sobre el wallmapu, en un esfuerzo por disciplinar al pueblo en general y allanar el desarrollo de los negocios para los capitales allí asentados. Inclusive están realizado una consulta “popular” en La Araucanía, que culmina el domingo 7 de noviembre, para darle un manto de legitimidad a la militarización de la zona y para que funcione como presión de cara a la votación que debe llevarse a cabo en el Congreso.

La intervención cuenta, hasta el momento, con un centenar de detenciones arbitrarias, un weychafe asesinado –que las FF.AA asignan a un enfrentamiento- y varios heridos, incluyendo una niña de 9 años. Por su parte, las organizaciones políticas mapuches intensifican actividades de resistencia armada haciéndole frente a las FF.AA.

Este problema no afecta solo a Chile. Si bien los problemas de las comunidades mapuches en Argentina difieren respecto a las del vecino país, el día de hoy trascendió que se están manteniendo reuniones bilaterales entre Argentina y Chile para tratar el tema. El subsecretario Francisco Galli (Chile) se reunió con Aníbal Fernández para coordinar acciones contra la resistencia mapuche. Sí, muy “Nac&Pop”…

La burguesía implementa todos sus medios institucionales para legitimar la represión sobre los pueblos, en este caso, sobre mapuches que constituyen un bastión para avanzar en el disciplinamiento de la rebelión chilena. La Asamblea Constituyente y todo el circo institucional no han cumplido absolutamente ningún papel transformador, frente a una lucha de clases que, con sus altos y sus bajos, se tensa al ritmo de la crisis política y económica mundial.

NO A LA MILITARIZACIÓN DEL WALLMAPU

NO A LA COOPERACIÓN ARGENTINA CON EL ESTADO CHILENO

 

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