En el día de ayer (en la vuelta al ciclo lectivo luego de las vacaciones de invierno) con más del 90% de acatamiento en escuelas y colegios por parte de docentes, administrativos y celadores, y con más de 22.000 personas movilizadas por el centro mendocino, se dio comienzo a una histórica jornada de lucha. (NdR: Por supuesto que semejante acontecimiento ha sido silenciado por todos los medios nacionales, como no podía ser de otra manera).
El hartazgo de sueldos atrasados por debajo de la línea de la pobreza (con el agravante de ser el salario docente mendocino uno de los más bajos en todo el país) además de la galopante inflación impuesta por la política del ajuste permanente que nos imponen tanto los gobierno nacional como el provincial, es lo que llevó a las y los trabajadores de la educación de la provincia hacer oír su voz en asambleas por escuela y plenario de delegados departamentales, en donde le impusieron a la dirección del SUTE (Sindicato Único de Trabajadores de la Educación) esta medida de fuerza de paro por 48 horas y movilización.
Es importante también el apoyo recibido por la población. Padres que dejaron de enviar a sus hijos e hijas a los establecimientos escolares, estudiantes secundarios adhiriendo a la medida y convocando a sumarse a la gran movilización. Un acto que transcendió el ámbito laboral y reivindicativo para convertirse en una gran expresión política de la población mendocina ante la grave situación a que nos condena este sistema capitalista, saqueante y contaminante.
Los y las docentes con esta contundente medida le están diciendo no al ítem aula (por el cual pierden el 15% de sus haberes por faltas injustificadas), le dicen no a esta política persecutoria del gobierno hacia el sector, y le dicen no a la política de hambreamiento a las masas trabajadoras.
Demostrando que cuando hay decisión, unidad y organización empujando desde las bases con asambleas con plena participación, se va gestando la fuerza y el poder para enfrentar al proyecto de la burguesía.