Más de una semana de movilizaciones masivas en Jujuy. En Salta, un conflicto que viene de meses y que ha subido a un pico de masividad en la semana pasada.
Las y los docentes de ambas provincias luchan por salarios que superen los ingresos de hambre que actualmente tienen, pero no lo hacen solos. A los reclamos se han sumado las y los empleados públicos, familiares, estudiantes y gran parte de la población oprimida por la burguesía y su gobierno de turno.
Sin embargo, los medios masivos de comunicación que se jactan de ejercer un periodismo objetivo cada vez que se enfrentan entre sí y acusan al oponente de ser partidista (simpatizantes del oficialismo en contra de los simpatizantes de la oposición electoral y viceversa), han mantenido un silencio estridente –valga esta expresión contradictoria para graficar lo escandaloso de la situación-, con el que han intentado tapar el sol con un dedo.
La excepción, si puede llamarse tal, la protagonizó una pequeña nota publicada en Página 12 del día 11-06-2023 en la que pone como encabezado secundario que el conflicto en Jujuy lleva una semana. Quizá por una afectada y mal actuada “vergüenza” o porque ya no puede ocultarse lo evidente, es que estamparon dicha nota.
Los paladines de la “libertad” de expresión, los defensores de los derechos de la sociedad a mantenerse informada, los críticos de las medidas restrictivas del oficialismo y los críticos de las críticas de la oposición con las que pretenden desvirtuar las acciones “populares” del oficialismo, niegan la información en forma deliberada y artera. La misma conducta que vienen teniendo con las luchas del proletariado industrial que se vienen dando e incrementando a lo largo y ancho del país.
Los oficialistas defensores de los intereses “nacionales y populares” que antagonizan con los liberales que dicen defender la “libertad” ilimitada de la información y la verdad se han unido descaradamente en el empeño de silenciar, empañar, esconder la lucha masiva de un sector de trabajadores y pueblo oprimido que ha trascendido el reclamo salarial para avanzar sobre el cuestionamiento político a las condiciones de vida que el capitalismo los somete y, como en el caso de Jujuy, a las leyes que pretender aprobar para evitar o reprimir las luchas y manifestaciones populares en defensa del saqueo capitalista a los esfuerzos de los trabajadores, proyectos y aspiraciones de las mayorías oprimidas.
Es que los antagonismos existentes entre la burguesía y sus medios masivos de comunicación se diluyen, se esfuman y se funden en una inquebrantable unidad cuando se trata de la defensa de los sacrosantos intereses comunes de dicha clase en su conjunto para enfrentar a la clase proletaria y sectores laboriosos que ponen en cuestionamiento sus políticas y su institucionalidad.
En este caso, abonado además por la defensa del vergonzoso proceso electoral a cuyo fin pretenden llegar, aunque sea con “muletas”, expresión que en la década de los ’70 utilizó el ultra reaccionario dirigente burgués Ricardo Balbín, quien señaló como enemigo a la “guerrilla industrial”, emulando al propio Perón que mandaba a los comandos de la Triple A contra los obreros y activistas de fábricas. Ambos son recordados hoy, por gran parte de esos medios masivos, como hombres “democráticos” y dignos de elogios.
Los mismos elogios que hacen a diestra y siniestra, oficialistas y opositores, a cada mentiroso candidato electoral desde sus desvencijadas trincheras ideológicas y políticas, cada vez más deshilachadas ante los ojos de las mayorías proletarias y populares en este proceso de resistencia cada vez más activo contra las paupérrimas condiciones de vida capitalistas.
Aunque jure, perjure e intente convencer de lo contrario, la burguesía tiene a la mentira y el engaño como estandartes de su poder y por eso los medios masivos que son empresas burguesas con todo su arsenal de periodistas y comunicadores a sueldo, responden así a los embates de las luchas del pueblo oprimido. Por el contrario, la verdad sólo le interesa a éste a fin de encontrar el camino que lo lleve a la liberación del yugo burgués.
Con estos masivos enfrentamientos que intentan esconder, la lucha de clases avanza en forma sostenida y se amplía a más sectores, ya no sólo de la clase obrera que la ha motorizado y vanguardizado en el contexto social de estos últimos tiempos.
El papel de los medios masivos al servicio de la burguesía en su conjunto, no sólo pone en evidencia la mentira de la inexistente imparcialidad política sino que muestra claramente algo que todavía no está en la consciencia colectiva de la clase obrera y los oprimidos en general pero que el camino de la organización de lucha por los reclamos económicos y las libertades políticas hacia una vida digna nos va mostrando, cada vez con mayor claridad, al rasgar el velo que la encubre, que en última instancia la lucha de clases tiene dos clases antagónicas y se expresa en dos partidos igualmente antagónicos: el de la burguesía en conjunto y el del proletariado en unidad con las mayorías oprimidas. Pero esto todavía está en proceso de decantarse.