En el día de ayer, 13 de mayo, los trabajadores de FATE amanecimos con esta noticia en los diarios y al ingreso del turno tarde dicha noticia se hizo efectiva, no dejando ingresar a la fábrica a una veintena de compañeros.
Inmediatamente la reacción fue el paro de actividades por tiempo indeterminado y rápidamente se dictó la conciliación obligatoria. La misma fue acatada por la empresa, pero los compañeros del listado de despidos siguen siendo notificados con telegrama en mano, ingresando a planta y a muchos de ellos no se les asignan tareas específicas. Vale agregar que mientras FATE despide, implementa una nueva tecnología y ajustan los tiempos de producción.
Por eso no podemos ver este conflicto como un hecho aislado.
La burguesía, como clase, ha tomado la decisión de avanzar contra el proletariado y en particular contra la clase obrera, para intentar golpearnos y derrotarnos. Despidos recientes en el Parque Industrial de Pilar en la empresa Whirlpool, en Acindar planta Tablada, en Bridgestone, en WEG (metalúrgica de Córdoba) por citar algunas de las medidas que vienen tomando.
En su ambición por aumentar la productividad, por avanzar sobre derechos conquistados en años de lucha, por tirar todo el peso de la crisis económica sobre nuestros lomos, es que necesitan una clase obrera disciplinada, que no oponga resistencia a sus planes. Para eso han puesto toda la institucionalidad a su servicio y sumado a estos ataques empujan para implementar a como dé lugar la Ley de Bases, que nos ataca por todos los costados.
Pero el pueblo en general y la clase obrera en particular vienen resistiendo, no solo en las grandes movilizaciones nacionales del 24 de enero, del 24 de marzo y del 23 de abril, sino también en cada lugar de laburo. Con sindicatos que son, en su mayoría, parte de las gerencias de las empresas pero que se ven sobrepasados por las bases, por aquellos que generamos esa riqueza enorme y que cada vez sufrimos más la vida.
En este contexto, que en realidad es mucho más profundo, es que llegan estos despidos.
Esta situación nos pone a todos los laburantes de FATE no solo en alerta sino también en un desafío. ¿Cómo movernos en esta situación? ¿Qué tareas nos damos para no dejar pasar los despidos ni tampoco los intentos de disciplinamiento? Y acá es fundamental comprender que la pelea es de clase contra clase, ellos intentaran avanzar como parte de un plan y nosotros vamos a resistir, pero también como parte un plan.
Creer que las cosas se van a resolver por la vía legal sería hoy por hoy como creer en Los Reyes Magos.
Insertan la idea que debemos respetar “la institucionalidad” en donde también está el papel que juega el sindicato (SUTNA) haciéndose el distraído si de hacer una asamblea genuina se trata.
Por eso, la masividad de la pelea es nuestra única garantía de salir no solo triunfantes sino también fortalecidos.
Cuando hablamos de “organización independiente” nos referimos a una organización que se plantee la acción desde una necesidad propia, entendiendo todos los grises y las dificultades, empujar a que en cada sector se profundicen los debates, se genere un espíritu de cuerpo desde la organización de asambleas permanentes donde no solo se propongan qué pasos dar, sino que los mismos sean resueltos por las mayorías. El enemigo, la empresa con todo el poder del Estado y las instituciones a su servicio van a querer llevar el conflicto a su terreno que es el terreno legal, a que las discusiones se den entre cuatro paredes y que se resuelva ahí.
De este lado necesitamos que el conflicto se resuelva bajo las metodologías que históricamente a la clase obrera le dieron buenos resultados.
Ellos van a querer llevar todo al Ministerio y que se respeten los “tiempos de la ley”, nosotros debemos estar con un estado deliberativo permanente, tomar iniciativas ante la presión de la empresa por generar terror, organizarnos en cada sector, en cada turno, llevar el debate y las acciones (por más chiquitas que sean) a los demás sectores y fundamentalmente sacar el conflicto al barrio, a las y los laburantes de las fábricas vecinas que también están sufriendo estos ataques.
Esas y esos comerciantes, estudiantes u obreros que viven en las zonas linderas son quienes, desde un mismo interés al nuestro, tienen que estar al tanto de todo lo que pasa.
No dejar pasar los despidos bajo la permanente movilización y estado de alerta son los ejes centrales para que no nos disciplinen, y es parte fundamental de la lucha de toda la clase obrera y el pueblo ante los intentos de la burguesía y su gobierno de querer avanzar con más explotación y miseria.