Publicamos textualmente la denuncia recibida:
“Los organismos de derechos humanos, organizaciones sociales y políticas abajo firmantes, nos dirigimos a la comunidad internacional a fin de denunciar las situaciones particularmente graves de torturas que violentan los derechos de Carmen y Laura Villalba así como de Francisca Andino, presas políticas en la cárcel de Minga Guazú en Paraguay.
La familia Villalba hace años está siendo víctima de una persecución política descarnada por parte del Estado de Paraguay, con prisión para Carmen quién cumplió 3 años de prisión ilegal el 26 de julio de 2024, a pesar que en 2021 ya había cumplido la totalidad de su condena de 18 años, y para Laura Villalba condenada a 25 años de pena privativa de libertad más 6 años de medida de seguridad por el solo hecho de ser la madre de una de las niñas que el ejército paraguayo asesinó, y que fuera detenida cuando ingreso al territorio paraguayo para buscar a su sobrina desaparecida.
Dejamos constancia que el Comité de Derechos Humanos de la ONU condeno al Estado paraguayo por el asesinato de las niñas Villalba, de nacionalidad argentina, quienes de visita a sus padres en el Paraguay fueron objeto de una feroz represión y posterior encubrimiento acusándolas de “guerrilleras”. La investigación realizada y respaldada por el Comité de los Derechos del niño de Naciones Unidas develo la verdad en el infanticidio de Lilian y Maria Carmen Villalba estando pendiente la investigación por la desaparición forzada de Elizabeth – Lichita- Villalba tal como se menciona precedentemente.
Gran parte de la familia Villalba se encontraba en Argentina desde más de una década, obteniendo el carácter de refugiados hacia el 2021. Frente al cambio de política del gobierno argentino y el inicio de una brutal persecución, con revocatoria arbitraria e ilegal del estatus de refugiados, encarcelamiento y persecución, la familia encontró refugio en otro Estado Latinoamericano.
Traslado compulsivo y torturas a las presas políticas Carmen y Laura Villalba en Paraguay. Situación de Francisca Andino 12/10/2024
Carmen Villalba presa en Paraguay desde hace más de 20 años y Laura Villalba fue detenida cuando fue en búsqueda de su sobrina Lichita desaparecida en 2020, y condenada a 25 años de carcel por un juicio plagado de irregularidades.
Ambas fueron trasladadas compulsivamente el 12 de octubre de 2024 sin aviso a sus abogados o familiares, a una cárcel de máxima seguridad en Minga Guazu. También allí se alojan varias mujeres, una de las cuales Francisca Andino, religiosa militante, cumple una larga condena y fue trasladada sin causales y también de manera arbitraria
Las tres mujeres están siendo torturadas en el centro penitenciario de máxima seguridad de Minga Guazú. Carmen Villalba, Laura Villalba y Francisca Andino, están alojadas junto a otras 10 mujeres, en una cárcel de varones.
Las condiciones de aislamiento absoluto en pequeñas celdas, donde no pueden ver a nadie, la pérdida del derecho al estudio y al trabajo, la falta de comida adecuada, del agua potable indispensable, las requisas vejatorias, las dificultades o imposibilidad de recibir visitas, vuelven su vida cotidiana una tremenda tortura.
En particular nos indignan la falta de provisión de alimentos, a pesar de las múltiples donaciones que realizan organizaciones amigas o cercanas al penal, largas jornadas sin agua potable y sin comida. Tememos que esta situación pueda llevar a las mujeres a un estado de desnutrición crónica.
En los últimos días, se han producido requisas violentas, vejatorias, pues les abren las piernas y manosean sus genitales El personal que realiza estas prácticas está encapuchado por lo cual no puede ser identificado. También las presas están con capuchas las cuales les producen asfixia y les impiden ver o respirar. ES UNA SITUACION DESESPERANTE.
Carmen Villalba, todavía sufre las consecuencias dolorosas del crimen de su hijo Néstor Oviedo Villalba, de 14 años, asesinado en Formosa, Argentina, en 2010, y de la desaparición de su hija Lichita, Carmen Elizabeth Oviedo Villalba, secuestrada el 30/11/2020, a los 14 años, por las Fuerzas de Tarea Conjunta en territorio paraguayo.
Laura Villalba, vive el duelo del crimen de su hija María Carmen Villalba, de 11 años, el 2 de septiembre de 2020, asesinada por las mismas Fuerzas junto a su prima, también de 11 años, Lilian Mariana Villalba, hija de Myriam Villalba, quien hoy se encuentra refugiada en Venezuela, junto a su madre Mariana, su hermana Rosa y a los 12 niños y niñas de la familia, debido a que han sufrido la persecución tanto en Paraguay, como en Argentina.
Hace unas semanas, el sistema penitenciario negó la visita a Luigui Amarilio Do Carmo, de Brasil, gestionada en tiempo y forma por el abogado de las presas políticas, Salvador Sánchez, con el aval de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de Argentina, en nombre de la Campaña Internacional de Solidaridad con la Familia Villalba. Ahora están negando la visita de dirigentes de la Central de Trabajadores/as de Argentina.
A las compañeras presas se les informó verbalmente que tienen un castigo de un mes, en el que no podrán recibir visitas, alimentos, ni comunicación con la familia, por su rechazo a las requisas vejatorias que comenzaron a hacerles todos los días, que incluyen violencia física y abuso sexual, incluso con manoseo a sus partes íntimas. Todo ello por personal encapuchado y además ellas mismas con unas capuchas que les impiden ver y respirar, lo cual aumenta su sufrimiento.
Los malos tratos recibidos por las tres presas mencionadas en esta denuncia, Laura Villalba, Carmen Villalba y Francisca Andino, de los cuales tenemos testimonios directos, por sus abogados, así como por diferentes visitas como las del padre Rodolfo Viano y la de Elsa Oschiro entre otros, violentan el conjunto de normas legales que desde la Declaración Universal de los Derechos Humanos sancionada en 1948 prohíben las torturas.
“Nadie será sometido a tortura ni a tratos crueles, inhumanos o degradantes” señala dicho texto.
Por otra parte, la Convención contra la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes, sancionada por Naciones Unidas, en su artículo primero define el alcance de estas formas de violencia contra las personas:
- “A los efectos de la presente convención, se entenderá por el término «tortura» todo acto por el cual se inflijan intencionadamente a una persona dolores o sufrimientos graves, ya sean físicos o mentales, con el fin de obtener de ella o de un tercero información o una confesión, de castigarla por un acto que haya cometido, o se sospeche que ha cometido, o de intimidar o coaccionar a esa persona o a otras, o por cualquier razón basada en cualquier tipo de discriminación, cuando dichos dolores o sufrimientos sean infligidos por un funcionario público u otra persona en el ejercicio de funciones públicas, a instigación suya, o con su consentimiento o aquiescencia”. (…)
Las torturas infligidas a las presas mencionadas, particularmente la falta de provisión de agua y de alimentos, el aislamiento permanente, la asfixia producida por las capuchas, las requisas violentas lindantes con el abuso sexual pues se producen manoseos en los genitales estando con capuchas sin poder ver a quienes están realizando la requisa, si son varones o mujeres. La situación a que están llevando a las presas de desnutrición y suspensión de visitas arbitrariamente, incluso de contacto con sus abogados. Todo ello constituye medidas y conductas violatorias de la legislación en materia de derechos humanos.
Por lo expuesto las organizaciones peticionantes en particular Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos, Federación de Detenidos desaparecidos de Latinoamérica y la Campaña de solidaridad con la familia Villalba solicitamos su urgente intervención para:
- Hacer cesar las torturas y malos tratos en el penal Minga Guazú, revisando las condiciones de alojamiento.
- Lograr el traslado de las tres detenidas a otro establecimiento de régimen abierto en el cual puedan continuar realizando estudios y actividades laborales y tengan la debida atención de su salud y de su alimentación todo ello acorde con la dignidad humana.
- Exigir la revisión de las condenas a fin de lograr la libertad de Carmen Villalba, Laura Villalba, Francisca Andino.”