La Presidenta Kirchner, el miércoles pasado, y por cadena nacional, con video clip incluido y toda la fanfarria que la acompañaba, anunció el proyecto de polo audiovisual en la Isla De Marchi. Previamente abrió el discurso anunciando los primeros 100 beneficiarios de los créditos Procrear para viviendas. Una vez llevada a cabo la liturgia cristiana del lavado de culpas, se lanzó con todo el proyecto hollywoodense de la Isla De Marchi que no es, ni más ni menos, que la parte sur de Puerto Madero vecino a La Boca, o perteneciente al Barrio de La Boca; pero también pegado a la zona de Puerto Madero, donde el gobierno de la Ciudad, como si fuera un plan complementario, aprobó al Grupo IRSA la realización de un complejo de edificios lujosísimos denominado Santa María Del Plata, que bien podría decirse, el Beverly Hill del polo audiovisual.
Por supuesto que para realzar aún más el majestuoso proyecto, habló del estado de abandono y calamitoso del lugar que, por otro lado, no es ni más ni menos que una descripción cierta que por donde no pasan los negocios de los monopolios, todo está en un estado de abandono. Para refrescarle la memoria a la presidenta es bueno aclarar que un tiempo atrás ella misma estuvo ahí inaugurando la Escuela Nacional Fluvial y, además, que es de conocimiento público, que en ese mismo lugar se realizan diferentes actividades que aglutinan a más de 1000 trabajadores que, inmediatamente luego de los anuncios, convocaron a una conferencia de prensa (que en muy pocos medios se dio a conocer) y a una movilización en protesta contra dicho proyecto. Un delegado afirmó: “Esto no está abandonado. Los que estamos abandonados somos nosotros”.
Pero los negocios no duermen, y los delirios de grandeza en función de la ganancia, tampoco. Así pasó con el tren bala: ¡una burla! Mientras nuestro pueblo viaja como ganado y en constante peligro, ese anuncio trae a la memoria la anécdota de Menem, hablándoles a niños en condiciones sumamente humildes, cuando les afirmaba que pronto íbamos a tener naves que cruzando la estratósfera en 10 minutos llegarían a Japón.
Mientras tanto, la cruda realidad de millones y millones que no somos parte del negocio: el sistema de salud, la educación, millones de habitantes que no tienen vivienda, en un país pleno de recursos humanos y naturales, inmersos en una vida llena de privacidades, cruel e injusta.
La impunidad, la soberbia y la mentira se los lleva puestos. Viven en una isla y un microclima de subestimación total a la lucha de clases y al pueblo argentino. Estos tipos se creen que nuestro país se reduce a la farándula y Puerto Madero; y cabe preguntarse: ¿en qué se diferencia esto de llevarse la vaca a Europa en un viaje de placer para tomarse la leche fresca? ¿Es que no se dan cuenta que el pueblo argentino está levantando presión cada día, y ni tanta burla y desfachatez está dispuesto a tolerar? ¿O se olvidó, Señora, que días atrás tuvo que suspender su visita a un evento en el Chaco porque los trabajadores y el pueblo no se lo iban a permitir? El Chaco ardía y los medios de comunicación masivos, “amigos” y “enemigos” del gobierno, con una clara posición de clase, no dijeron ni una palabra.
No va a alcanzar con mecanismos de desinformación masivos, con polo audiovisual incluido, para tapar el avance de la lucha de nuestro pueblo.